Yoda y Barreiro firman las tablas a golpe de cabezazos

Lugo y Racing disputaron un encuentro con más emoción que juego y más fe que acierto en el que se vieron las carencias y fortalezas de ambos equipos. A los locales les costó hilar juego, pero volvieron a ser contundentes

El Racing avisó al minuto de partido con un zapatazo de Yoda. A los dos, Enzo Lombardo forzaba un córner tras zigzagueo en el borde del área. El Racing, más vertical que con Ania, salía a buscar la portería del Lugo. El partido era intenso, de pierna fuerte, y el que se dormía se llevaba, como poco una pérdida de balón. Los locales reclamaron penalty en un agarrón sobre Herrera, jugada más que dudosa que sin embargo no aclaró el VAR. El Racing golpeó sin embargo primero con un golazo de Yoda, que aprovecho un excelente centro de Cejudo para ejecutar un remate de cabeza excelso que golpeó el palo antes de batir a Cantero. El resultado hacía justicia a las ocasiones de uno y otro.

A los cinco minutos de la reanudación Jiménez movió el banquillo para meter a Iriome por Grau y modificar el dibujo a un 4231. El Racing no cambió nada, ni falta que lo hacía viendo lo asentado que se presentaba en el campo. Estaban los cántabros cómodos, con el partido controlado y sin pasar apuros. Querían los de Parralo matar el partido a la contra, mientras el Lugo era cada vez más directo. Tuvo la sentencia el Racing en un remate a bocajarro que libró, milagroso, Cantero. El Lugo se encomendó al juego directo y encontró el fruto en un remate poderoso de cabeza de Manu Barreiro tras centro preciso de Álex López. Fue un chute de adrenalina para los locales que, ahora si, empujaron al Racing a su portería, pero ya no hubo tiempo para más. El empate sirve a los locales para mantener la buena línea, y al Racing para iniciar la recuperación de la mano de Parralo.

Eloy Jiménez: “El primer tiempo fue para ellos y el segundo para nosotros. Sabíamos el partido que se iba a dar y que tendríamos que igualar en intensidad al rival. Hemos intentado saltar líneas y abrir juego por bandas. Este era un partido trampa, con un entrenador nuevo que siempre da un plus al partido.”

Cristóbal Parralo: “La sensación es agridulce. Estoy contento con el trabajo, pero se nos escapan dos puntos. Estoy satisfechos por el compromiso, pero tenemos que cuidar los detalles que como hoy nos pueden impedir ganar. No recuerdo ocasiones claras del Lugo, pero tienen mucho peligro a balón parado”.