El Mirandés remontó a Las Palmas en dos minutos

Segunda victoria consecutiva del Mirandés. Lo volvió a hacer en Anduva, esta vez ante Las Palmas que llegó a adelantarse en el marcador pero se vio superada ante el empuje local (2-1). Saltó a morder el conjunto rojillo que se mostró muy intenso en la presión. Un enchufado Iñigo Vicente comandó las acciones de ataque local. Malsa pudo inaugurar el marcador tras recoger un balón muerto en la frontal del área. Sin embargo, su disparo se escapó por encima del larguero.

Del posible 1-0 se pasó al 0-1 de manera inmediata. La genialidad de Pedri que dejó pasar el cuero por debajo de las piernas fue el preámbulo del tanto canario. Pekhart se plantó solo delante de Limones, pero Odei se interpuso en el lanzamiento. El rechace cayó en los pies de Narváez que, con un remate ajustado al palo largo, batió la portería mirandesista (0-1). Incluso Las Palmas llegó a ampliar la renta antes de cumplirse el primer cuarto de hora, pero el gol de Pedri fue anulado por fuera de juego. Tras un inicio prometedor, la diana recibida afectó al cuadro rojillo que, a base de arreones, trató de igualar el choque. El uruguayo Cristian, que regresó al once inicial, estuvo a punto de empatar después de rematar una falta lateral que ejecutó Álvaro Rey al corazón del área.

El Mirandés apretó de lo lindo antes del descanso. Iñigo Vicente hizo el 1-1 en una acción individual en la que dejó sentado a su par para, con pierna zurda, batir el marco visitante. Todavía hubo tiempo para más. De nuevo el jugador vasco inició la jugada. Encontró a Malsa en el área, pero Valles desbarató en primera instancia el remate del francés. El rechace fue a parar a los pies de Marcos André que no perdonó (2-1). Poco a poco fue quemando sus escasas naves el técnico visitante Pepe Mel. Saltó al césped Maikel Mesa, un viejo conocido de la afición rojilla, y modificó a su vez la posición de Ruiz de Galarreta.

El cuadro local tuvo en varias ocasiones la sentencia. La más clara la tuvo Antonio Sánchez que no acertó a rematar en boca de gol el envío de Álvaro Rey desde el costado derecho. Acto seguido, Iñigo Vicente lanzó muy flojo a las manos de Valles. Las Palmas seguía muy viva en el partido. Los rojillos habían perdonado y la renta era exigua. Y lo malo es que continuaron haciéndolo. Matheus se llenó de balón cuando lo más fácil era al menos disparar entre palos. El Mirandés supo defender con criterio las acometidas finales del cuadro amarillo que sigue en caída libre. Acumula cinco encuentros seguidos sin ganar.