El fútbol fue más cruel que nunca con el Zaragoza
Tomeu Nadal, incomensurable, lo paró todo, hasta un penalti a Eguaras en el minuto 88. El Albacete marcó en el descuento.
El fútbol fue cruel con el Real Zaragoza. Más cruel que nunca. El equipo aragonés hizo méritos sobrados para haber logrado una clara victoria, pero se estrelló contra su propio infortunio y contra un portero, Tomeu Nadal, que lo paró todo; hasta un penalti a Eguaras en el minuto 88. Luego, ya en el descuento, Eddy Silvestre acabó rematando una falta entre la incredulidad de toda La Romareda para darle al Albacete Balompié su quinta victoria a domicilio y colocarlo en posición de playoff en perjuicio del Zaragoza. Verlo para creerlo.
El Zaragoza salió al galope, con una velocidad endiablada, y le metió el partido un ritmo altísimo, el ritmo que más le conviene a su goleador Luis Suárez, que no dejó de agitar a la defensa del Albacete con su movilidad y su espíritu indomable. Y así toda la primera parte fue una ofensiva constante del equipo aragonés con dos momentos singulares: un disparo de Eguaras que conjuró Tomeu Nadal a una mano y un penalti clamoroso de Karim a Luis Suárez en el minuto 22 que el árbitro interpretó como córner y el VAR no quiso entrar a revisarlo. Ya sabemos que el videoarbitraje no siempre hace justicia, pero en este caso su inhibición fue más que llamativa. Fue un penalti como un piano.
El paso por el descanso no cambió el panorama del duelo, aunque el reloj ya le empezó a correr al Zaragoza frente a un rival que no se desordenó nunca y que fio todo su ataque a la búsqueda en largo del peleón Zuzulia.
Víctor Fernández no quiso esperar a una solución de última hora y enseguida metió en el campo a Álex Blanco por un James Igbekeme que no acaba de sostener su rendimiento. El Zaragoza se agitó otra vez con ese cambio y pudo encarrilar el duelo en el minuto 65 en una cesión suicida de Álvaro Jiménez que dejó a Kagawa solo ante el portero. Pero el disparo del japonés, con todo a su favor, se estrelló en la cara interna del poste y recorrió luego toda la línea de gol hasta alejarse del peligro. Igual que la ocasión que desperdició poco después Álex Blanco ante Tomeu Nadal, a pase del colombiano Luis Suárez.
Ante tanto desacierto e infortunio, Víctor se jugó ya la baza del cazagoles Linares, mientras Ramis también movió su banquillo para darle oxígeno a su equipo con Dani Ojeda y Olabe.
Y así se entró en el tramo final del duelo con el Zaragoza desatado y el Albacete atrincherado en la defensa del empate. Tomeu Nadal volvió a salvar a su equipo en un cabezazo de Guitián y acabó de elevarse a los altares del particular santoral del Albacete al detenerle a Eguaras un penalti en el 88’. Pocas veces un portero es tan decisivo, pero Tomeu Nadal se cubrió de gloria en La Romareda.
En pleno derrumbe anímico del Zaragoza y de su parroquia por el fallo de Eguaras desde los once metros, y ya en el tiempo de descuento, Eddy Silvestre remató desde el centro del área una falta desde el medio del campo y sorprendió a un Ratón que pudo hacer bastante más para detener el balón. No sólo no perdía, sino que el Albacete se llevaba la victoria de La Romareda. El Zaragoza hizo méritos para una goleada, pero se estrelló ante un gran portero.