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URUGUAY

Xisco: "Jugar en Peñarol es como hacerlo en Madrid o Barcelona"

El delantero español, ex de Depor, Osasuna o Newcastle entre otros, atiende a AS para contar su experiencia en uno de los clubes más importantes de Sudamérica.

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Xisco: "Jugar en Peñarol es como hacerlo en Madrid o Barcelona"
Juan Razquín

Francisco Jiménez Tejada (Mallorca, 26 de junio 1986), más conocido como Xisco, es uno de esos futbolistas que, por encima de todo, disfrutan del deporte. Durante su larga carrera ha jugado en casi una decena de equipos, siempre rindiendo a gran nivel. Desde septiembre y tras salir de Osasuna da guerra a las defensas del fútbol uruguayo con la camiseta de Peñarol. A punto de vivir su primer clásico contra Nacional de Montevideo, analiza para AS lo que ha sido su adaptación a uno de los equipos más grandes de Sudamérica.

¿Por qué decide irse a Peñarol?

Cuando llegó el verano acabé contrato con Osasuna. Estuve esperando para ver si ellos tenían la idea de renovarme. Dependía de las necesidades que tuvieran. El problema es que llegó un momento en el que no podía esperar más. Nos estábamos metiendo en septiembre y necesitaba un equipo como fuese. Nunca había estado en esa situación y tarde tanto porque mi idea no era salir fuera de España. La idea de irme lejos de casa, en un principio, no la contemplaba. Pero con el paso de los días las ofertas ya eran un poquito más lejos y lo que tenía en España no me acababa de convencer. Además había muchos problemas para inscribirme por el tema del límite salarial. Y de una llegó Peñarol y ahí me cambio todo. Era un club grande, histórico y reconocido a nivel mundial. Para mí era una buena oportunidad para vivir el fútbol en Sudamérica en un gran club. Todas las referencias que tenía eran espectaculares. Era un reto bonito e ilusionante.

¿Cómo está siendo la adaptación?

La adaptación ha sido buena. De hecho, creo que ya estoy adaptado. En parte porque aquí han hecho que me pueda adaptar rápido. Desde el club y también mis compañeros. No es fácil irte a 12.000 kilómetros de casa. El fútbol es diferente pero la vida es similar. La máxima es la cultura del asado, pero el resto es parecido. Ni si quiera existe la barrera del idioma. Poco a poco he intentado adaptarme lo más rápido posible. No iba a espera a que nadie lo hiciese por mí. Me encuentro muy a gusto. Me siento uno más.

¿Y qué diferencias nota con el fútbol español?

El fútbol uruguayo es más físico y más pasional. Obviamente, los campos de fútbol no están igual. Esa es la mayor diferencia. Por suerte el nuestro, el Campeón del Siglo, es el mejor a nivel nacional. Cuando jugamos en casa es como casi cualquier campo a nivel Europeo. Pero sí que es verdad que hay otros campos que tienen sus cositas. Te hacen adaptarte a otra realidad. Pero para mí no es algo negativo, sino diferente. Sabía que no iba a ser todo de color de rosa. Todavía más motivos para adaptarse de la mejor manera.

Existe cierta mala fama respecto a las ligas sudamericanas por problemas con los aficionados o los árbitros ¿Hubo algo que le hiciera dudar?

No. Todas las referencias que tuve eran muy buenas. Creo que en parte es más lo que suena por ahí fuera porque al final mi día a día aquí está siendo normal, como ha sido en otros clubes. No tuve que pensarme nada en ese sentido. Me quedé con la grandeza del equipo y con vivir una bonita experiencia. No tengo 20 años pero tampoco me queda tanto. Era una buena experiencia para mí y decidí aceptarla.

¿Se nota la presión de cualquier equipo grande?

La he notado desde el primer día. Es el equipo más grande de Uruguay. El que más afición tiene. Ha ganado muchas Libertadores, ha sido campeón intercontinental…todo eso pesa para que allá presión y exigencia. Es un equipo muy grande con todo lo que conlleva eso. Que en parte es muy bonito vivirlo. En la comparativa, Peñarol es un Barcelona o un Real Madrid. Todo el mundo te conoce. Además el uruguayo es muy futbolero y muy pasionales por sus equipos. Encima, mi caso es especial porque soy el primer español en muchos años en venir a Peñarol. Esto sorprende un poco más y la gente lo tiene más presente. Soy ‘el español que está jugando en Peñarol’.

Esta jornada se juega el Clásico de Uruguay Nacional - Peñarol ¿Cómo se vive en el equipo y en Montevideo?

La semana del Clásico no se habla de otra cosa. Los entrenamientos son similares pero sabemos que nos jugamos más que tres puntos. Más contando que la situación está pareja (si gana Peñarol se pone primero). Es un partido que puede decidir el campeón. Se respira diferente la semana. Es el partido del año y quieren ganarlo a toda costa. Esperemos que salga un partido bonito, que gane el que más lo merezca que espero que seamos nosotros.

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Juan Razquín

¿Cómo es compartir vestuario con el Cebolla y que tan importante es para Peñarol?

Es un fenómeno. Me ayudó mucho desde que llegue. Hemos jugado en contra cuando él estaba en el Atlético de Madrid. Aquí es un referente. Es hincha de Peñarol desde pequeño. Es un emblema en el club de sus amores. Capitán y jugador insignia del equipo junto a Estoyanoff. Son dos jugadores muy importantes. Primero porque han dado el salto a Europa y eso se valora mucho y luego porque han vuelto para hacer historia aquí. El Cebolla es el que tira para delante por todos y el que nos hace ver lo que significa este partido para todo el aficionado de Peñarol.

No es la primera vez que cambia de continente: estuvo jugando en Tailandia ¿Cómo fue aquella experiencia?

Estuve un año allí. Aquello sí que fue diferente. Decidí irme porque no sabía que iba a pasar con mi futuro y tenía ganas de vivir una experiencia diferente. Se abrió la opción de ir a uno de los equipos más importantes de Tailandia. Pensé que podía ser positivo, hice las maletas y marché para allá. Disfruté mucho, ganamos la liga y la copa y pude jugar la Champions League asiática. Lo que pasó fue que, con 30 años, pensé que todavía era pronto para dejarme ir en el fútbol y decidí que quería seguir compitiendo al máximo nivel. No salirme de la rueda del fútbol tan temprano. En Tailandia, quizás por la cultura y la forma de ser de la gente, no notaba tanta exigencia.

Jugó el Europeo Sub-21 de 2009 con Bojan, Monreal, Granero… ¿Cómo recuerda aquel torneo?

Lo recuerdo con mucho cariño. Fue la única competición internacional que pude jugar con la selección española. Es algo con lo que uno sueña. Teníamos un equipazo, aunque al final no salieron las cosas. Nos tocó un grupo muy difícil con Alemania e Inglaterra. La verdad es que no estuvimos bien. Las expectativas que se habían creado eran altas y no las pudimos cumplir. Pero fue un momento especial. Cuando uno se va haciendo mayor son cosas que valor. Lo contaré a mis hijos y a mis nietos.

¿Mantiene relación con alguno de sus compañeros de aquella Sub-21?

Si, prácticamente con todos. Soy un tío que es raro que me lleve mal con alguien. Guardo muy buen recuerdo de todos. Cada vez que nos hemos cruzado siempre muy buen rollo. Buenas charlas y buenas anécdotas. Eso es lo bonito del fútbol, la gente que te llevas.

Tiene contrato hasta final de año con Peñarol ¿Cuáles son sus planes para el futuro?

Ahora mismo no lo sé. Aquí nos quedan cuatro partidos para acabar la liga y mi objetivo prioritario es salir campeón con Peñarol. Disfrutar de ganar en un club así y en una liga como la uruguaya. En diciembre acabo contrato, aunque tengo posibilidad de renovar un año. Hasta que no acabe la liga no sé qué va a pasar. Mi idea es, si va todo bien, seguir aquí. Pero en el fútbol puede pasar cualquier cosa. No puedo descartar nada. Cualquier cosa que sea interesante para mí, lo voy a valorar. Ya no tengo 20 años. Me gustaría seguir jugando diez años más, pero no depende de uno mismo.