NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MLS

Víctor Rodríguez: “Ahora lo que me gustaría es volver a España”

Tras convertirse en el tercer futbolista español en ganar la MLS, Víctor Rodríguez atiende a AS para valorar sus dos años y medio en el fútbol estadounidense.

Víctor Rodríguez festeja su título de la MLS.

A la tercera fue la vencida. Víctor Rodríguez (Sabadell, 1989) llegó a la MLS en 2017, pero no fue hasta esta temporada cuando pudo por fin salir campeón. Y no lo hizo de cualquier manera: el español marcó y fue MVP de una final en la que Seattle se impuso 3-1 a Toronto. “Fue un momento de felicidad absoluta. Estaba convencido de que lo merecía”, cuenta.

Enhorabuena por el título, gran final para su aventura estadounidense.

Totalmente. La experiencia ha sido muy buena y el broche final ha sido espectacular. Poder acabar de esa manera, con el campeonato y siendo protagonista en la final… Te deja un sabor de boca muy dulce. Ahora estoy disfrutando de ese momento y pronto empezaremos a preparar nuevos retos.

Cuando se preparaba para entrar Seattle hizo el 1-0, ¿pensó que volvería al banquillo?

No estaba siendo titular por lesión. Empecé los ‘play-offs’ infiltrado. Y eso hizo que el entrenador fiera continuidad a los que alcanzaron la final. Funcioné saliendo en los minutos finales y eso es lo que íbamos a repetir ante Toronto. Cuando me preparé para entrar íbamos 0-0 y estaba ya en la banda cuando hicimos el 1-0. Pensé: ‘Verás tú, todavía me vuelvo al banquillo’. Por suerte optó por sacarme igualmente y pude disfrutar de otra final.

Y marcó. ¿Cómo recuerda el momento del gol?

Fue un momento de felicidad absoluta. Yo estaba convencido de que lo merecía. Merecía un buen final. Me había llevado muchos palos por problemas personales, con lesiones y recaídas. Y estaba convencido de que tenía que llegar esa recompensa. Y qué mejor que en una final, en el partido más importante de la franquicia. Poder anotar y ser protagonista fue una felicidad inmensa. Estoy muy contento, la verdad.

¿Esperaba ser elegido MVP?

La verdad es que no lo esperaba. Es cierto que cuando salí cambió todo un poco. En la primera parte Toronto tuvo más posesión que nosotros. Fueron mucho más protagonistas en el juego. En la segunda parte, no sé si por mi entrada o no, cambió todo. Nos crecimos, empezamos a sentirnos más cómodos con el balón… En definitiva, a partir de mi entrada el equipo recuperó su identidad.

Sin las lesiones, su etapa en la MLS habría sido mucho más fructífera.

Evidentemente. Un jugador cuando encuentra su mejor forma es con la continuidad. Y yo por diferentes motivos, tanto personales como de lesiones, no he podido tener esa continuidad este año y no he podido dar mi mejor rendimiento, mi mejor versión. Me voy con esa espinita, pero gracias a dios el poder venirte con el campeonato hace que se vean las cosas de manera diferente. Valoro la experiencia muy positivamente.

Aún no tendrá el anillo de campeón.

El anillo todavía no nos lo han entregado porque lo tienen que hacer, pero tengo las medallas de plata y oro juntas. Así recuerdo esa final que perdimos en Toronto, luego veo la medalla de campeón al lado y me reconforta. Por todo el trabajo que hemos hecho estos años para reivindicarnos y volver a salir campeones.

Supongo todo muy cerca del trofeo de MVP de la final.

Así es, lo tengo todo en una estantería. Mi mujer no quería que la pusiese porque le rompo el cuadro estructural de la casa, pero a mi eso me da igual. Que los trofeos estén presentes para mi es innegociable.

Son tres los españoles campeones de la MLS y se da la casualidad de que son todos catalanes. Oriol Rosell, Víctor Vázquez y Víctor Rodríguez.

Pues sí, no había caído en ese detalle. Me alegro de poder ver mi nombre ahí. La MLS es una liga que está creciendo mucho, en gran parte gracias a jugadores de nivel medio-alto que están haciendo que la competitividad crezca. Es una liga muy atractiva y eso los fans lo notan. El otro día había 70.000 personas en nuestro estadio.

A usted le definieron como un ‘súper suplente’. Es un calificativo que, en el fondo, no gusta.

Ellos lo dicen como un halago, pero no es el rol que me gustaría cumplir. Lo he hecho por las circunstancias que me ha tocado vivir, pero en este caso he priorizado el bien del equipo porque yo lo que más quería era ser campeón. Acepté mi rol, intenté dar el 100% y gracias a dios me convertí en el primer español en ser MVP en la final.

¿Se sigue mucho el fútbol en Seattle?

Sí, hay muchísimo seguimiento. Nosotros, en Seattle, en cada partido metíamos 40 o 50 mil personas en el estadio. Con la final ya se desbordó todo. Pero sí, aunque parezca que no sí que se vive ese ambiente de fútbol, sobre todo la semana previa a la final hubo muchos aficionados apoyando en los entrenamientos, mucha prensa cubriendo ese partido… Había más de 700 periodistas. Es una liga que está en evolución. No llega al nivel del fútbol americano o el basket pero tiene también una gran cobertura.

Fue tanta afición que su gol provocó un pequeño seísmo…

Sí, la verdad es que tiene guasa. Es una anécdota bonita el poder haber conseguido ese gol y despertar esa locura en toda esa gente. Es algo bonito que me va a quedar en el recuerdo para toda la vida. Es una anécdota genial que voy a recordar siempre.

¿Perjudica tener que jugar en estadios reconvertidos?

En casa no lo he notado mucho. Se nota que es césped artificial porque, aunque sea de última generación, no es lo mismo. El estadio del NY City es muy particular porque es un estadio de béisbol reconvertido y se hace un poco atípico. Pero por norma general, los estadios están bastante bien, están bastante acoplados para el fútbol. Yo he tenido la oportunidad de jugar en todos y, a excepción del de NY City, y aunque el césped artificial sea complicado porque físicamente sufres más, en cuanto a ambiente e instalaciones están fenomenales.

Precisamente Villa hizo en su día la misma reflexión sobre el Yankee Stadium. Los dos con pasado en Zaragoza, Sporting y MLS. Ahora ha anunciado que se retira…

El Guaje es un icono para España. Donde ha jugado ha competido como el que más y en todos sitios ha ganado cosas. Es una pena que se haya retirado porque perdemos al ‘7’ de España. Yo tuve la suerte de ganar la MLS, él no, pero también me puede decir que ha ganado Mundial, Liga, Champions… Espero que disfrute de su retiro y todas las experiencias que le vengan. Es un ejemplo para mucha gente.

En la MLS no ha compartido vestuario con españoles pero sí ha hecho piña con Lodeiro, Ruidíaz o Torres, todos hispanohablantes. Junto a Nico disfrutó mucho de la celebración.

Allí teníamos una banda de hispanoparlantes y gracias a ellos la adaptación y estos dos años y medio ha sido mucho más fácil. No es que Nico sea un gran jugador, es que tanto él como su familia son excelentísimas personas. Ese vínculo nos ha ayudado a entendernos mejor en el campo. Cuando te encuentras con él o con Ruidíaz todo fluye de manera diferente. Raúl Ruidíaz, Román Torres, Nico Lodeiro… Estoy muy agradecido por la ayuda que he tenido siempre. Éramos los que estábamos más juntos y fue muy bonito celebrar el titulo con amigos y toda esa gente de fondo. Lo hace mucho más especial.

¿Qué le depara el futuro?

De momento quiero disfrutar de este momento. Descansar, estar con la familia, ver a los míos… Pero tengo muchas ganas de afrontar un nuevo reto. Pronto empezaré a entrenar para estar a punto, por si surge la posibilidad de empezar en enero. Esperaré un poquito, pero ojalá el próximo reto venga lo antes posible y en España. Sería lo ideal para mi y para mi familia. Es lo que me pide el cuerpo. Me apetece y ojalá pueda salir esa oportunidad y pueda disfrutar otra vez del fútbol español.