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FRANCIA | Ligue 1

Camavinga y Saliba, el futuro de Francia junto a Mbappé

El mediocentro del Rennes y el central del Saint-Étienne están dominando la Ligue 1 con 17 años y 18 respectivamente.

Saint-Etienne's French defender William Saliba (R) vies with Monaco's French forward Wissam Ben Yedder during the French L1 football match between AS Saint-Etienne and AS Monaco at the Geoffroy Guichard Stadium in Saint-Etienne, central France o
PHILIPPE DESMAZESAFP

En los últimos años, el fútbol francés se ha convertido en una maquinaria de fabricar talento que no parece tener fin. Jugadores como Raphäel Varane, Karim Benzema, Eden Hazard, Ousmane Dembelé o recientemente Kylian Mbappé han sido formados en la Ligue 1 y han provocado que el campeonato francés sea quizá el mejor a la hora de sacar jóvenes talentos.

Los últimos en incorporarse a esta selecta lista de ser considerados como el futuro de la selección francesa son William Saliba y Eduardo Camavinga. Ambos, que debutaron con 16 y 17 años respectivamente en la Ligue 1, se han convertido en dominadores de la competición en apenas meses, demostrando una madurez extraordinaria para la edad que tienen.

Saliba, la venta más cara de la historia del Saint-Étienne

William Saliba (2001, Bondy, Francia) es probablemente el central con más futuro del fútbol europeo, con permiso de Matthijs De Ligt. Con apenas 17 años debutó con el Saint-Étienne y, desde entonces, se convirtió en un pilar fundamental para que los entrenados en aquel entonces por Jean-Louis Gasset terminaran la competición en 4ª posición.

Saliba se ha convertido en un central imperial. La tranquilidad con la que va al corte, unido a un gran temple para sacar la pelota jugada, le hace ser un defensa dominador en todos los aspectos. No es agresivo, pero tiene un porcentaje muy alto de duelos ganados por su gran posicionamiento. Apenas pierde la posición y hace las coberturas como ningún jugador en la Ligue 1.

Saliba recuerda -y mucho- al primer Raphäel Varane que salió del Lens al Real Madrid. Aquel era un defensa que, a pesar de no ser agresivo, era rápido y ganaba muchos duelos debido a la gran lectura de juego que tenía. Saliba es algo similar, pero con un dominio de las áreas que no se asemeja en nada al Varane del Lens, que por nivel era un central inferior, a pesar de convertirse luego en uno de los mejores defensas de Europa.

El pasado verano, William Saliba se convirtió en la venta más cara de la historia del Saint-Étienne. El Arsenal pagó por él 30 millones de €, aunque lo cedería una temporada más a su equipo formador para que se consolidara definitivamente en la élite. Esta temporada, pese a las lesiones, el ASSE suma un ratio de 2.8 puntos por partido cuando el central está en el campo y apenas un 0.7 sin él, datos que magnifican la importancia del jugador de 18 años en el equipo.

Camavinga, un talento que no sale todos los años

Eduardo Camavinga se ha convertido en la última joya de la cantera del Rennes. El conjunto bretón se ha caracterizado en los últimos años en la proliferación de buenos jugadores formados en el club, tales como Yann M'Vila, Ousmane Dembelé, Abdoulaye Doucouré o Joris Gnagnon.

Camavinga es un mediocentro "mixto". Mixto porque es el jugador por el que pasan todos los balones cuando el Rennes saca la pelota jugada y también porque cuando conduce la pelota más allá de la divisoria es diferencial. No es un pivote defensivo al uso, pero sí es cierto que donde mejor se está sintiendo es cerca de los centrales a la hora de sacar el balón.

Su principal virtud es el giro que tiene con la pelota. Es inmediato y no solo eso, sino que siempre lleva el esférico al lado opuesto de donde se desarrolla la jugada. Además, Camavinga es uno de los jugadores con mayor porcentaje de acierto en pases en largo de la Ligue 1. Tiene un pase templado extraordinario, como ya demostrara contra el PSG asistiendo en el segundo gol de los de Stephan.

Pero no solo la salida de balón es el fuerte de Camavinga. Cuando el mediocentro franco-angoleño tiene que incorporarse a campo rival, lo hace con una superioridad física abrumadora. Combina la velocidad con la técnica, y tal como demostró contra el PSG, es un jugador al que solo se le puede frenar con falta. Es otra de las virtudes que le hacen ser un jugador completo.

En el aspecto defensivo, Camavinga es también diferencial. Va muy fuerte al corte y no duda a la hora de meter el pie. Quizá le falte mejorar los impulsos, ya que pierde mucho la posición -algo que cuando el Rennes jugaba con 3 centrales no se notaba-, pero estamos hablando de un chico de 17 años que tiene toda una carrera por delante.

Justo acaba de conseguir la nacionalidad francesa y ya ha ido convocado con la selección francesa sub21. En Francia quieren ser cautos, ya que estamos ante el mayor talento salido de la Ligue 1 tras Kylian Mbappé. Si no le pasa como a M'Vila, que en el Rennes era de los mejores medios de Europa y luego la cabeza pudo con él, estamos ante un jugador que por potencial puede ser de los mejores del mundo en su posición.