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SEGUNDA B

Piden un árbitro por megafonía en el Real B - Salamanca UDS

Sauceda Torrent, árbitro del encuentro, se lesionó y no pudo continuar. El reglamento de la RFEF permite que se incorpore un árbitro presente en las instalaciones.

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Piden un árbitro por megafonía en el Real B - Salamanca UDS

Zubieta fue escenario de una de las escenas más pintorescas del fin de semana futbolístico. Corría el minuto 20 del partido que enfrentaba a la Real Sociedad B y al Salamanca UDS cuando el árbitro del partido, el catalán Sauceda Torrent, se echó al suelo con gesto de dolor. Después de unos minutos de cierto desconcierto y de juego detenido, el árbitro tuvo que pedir el cambio. Sauceda no podía seguir, ni siquiera como asistente, así que uno de los jueces de banda tuvo que asumir el papel de juez principal. El problema es que alguien debía ocupar el lugar del asistente.

En Segunda B no hay cuarto árbitro, pero tampoco se debería haber continuado con un árbitro principal y un asistente como sí ha sucedido en algún partido de Tercera División. El Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol refleja lo siguiente cuando sucede un caso así: “Si una vez comenzado el encuentro le sobreviniera al árbitro imposibilidad para actuar por causa o accidente ajenos a su voluntad, será sustituido por el asistente que, entre los dos designados, esté adscrito a superior categoría arbitral, quedando el otro en su condición de tal; si bien el sustituto del principal podrá decidir, si lo estimara conveniente y cupiera la posibilidad, que intervenga como segundo asistente, cualquier árbitro con credencial federativa en vigor que se encontrase presente en las instalaciones deportivas”.

Y aquí es donde todo coge el cariz extravagante. Un aficionado del Salamanca prestó su megáfono para preguntar si había algún árbitro presente. No hubo suerte y se tuvo que llamar a un árbitro de San Sebastián para que se desplazara hasta Zubieta, situada a 12 kilómetros de la capital donostiarra. Mientras se esperaba por él se detuvo el partido y el parón fue más largo de lo esperado: en la autovía A-1 que separa Donostia y Zubieta había un tapón producido por un accidente de tráfico. Tras más de media hora de espera, finalmente el encuentro se pudo reanudar, eso sí, con Sauceda Torrent viendo el partido desde el banquillo.