"Pité en Kiev después de los abrigos de visón de López Nieto y había caviar por todos lados..."
El exárbitro, Iturralde González, contó en El Larguero de la Cadena SER cómo es arbitrar un partido de la UEFA desde que se lo notifican hasta que les pagan los 6.000 euros.
El exárbitro Iturralde González ha explicado en El Larguero de la Cadena SER, cómo es arbitrar un partido de la UEFA, desde que les comunican que tienen que pitar, hasta que les evalúan tras el encuentro. Mientras tanto tienen que hacer muchas labores desconocidas para la mayoría del público. Además, explicó cómo antes los clubes intentaban que los árbitros pitasen a su favor a base de agasajarles con regalos, relatando una anécdota que le ocurrió en Kiev poco después del escándalo en el que acusaron de amañar un partido entre el Dinamo de Kiev y el Panathinaikos a López Nieto a cambio de unos abrigos de visón y 30.000 dólares.
Les dicen a dónde viajan, no el partido que arbitran: "Dos semanas antes le llega al árbitro una comunicación y le dicen que en dos o tres semanas tiene partido. No te dicen si es Champions o no. Las cuatro primeras semanas puede tocarte Champions o Europa League. Quince días antes te dicen si es Champions o no. Una semana antes no les dicen el partido, pero sí les dicen el viaje. Es una tontería. Dos o tres días antes hacen oficial qué partido es, pero el árbitro lo sabe por el viaje".
El VAR móvil, más eficaz: "Los árbitros llegan al mediodía del día antes y por la tarde entrenan en el campo sin coincidir con los jugadores. Ahí pruebas el VAR. La diferencia entre el VAR de España y el de Europa es que en España llevas solo una petaca en un brazo, que es donde va enchufado el VAR y en Europa llevas dos, una en cada brazo. En España se escucha muy bien, pero en Europa, que va una furgoneta a los campos y no está centralizada, el sonido es muchísimo más nítido. Todos los aparatos los tienen en el campo y solo llevan el molde del pinganillo porque está hecho a medida".
La UEFA es quien decide las equipaciones de todos: "Al día siguiente a las diez de la mañana el cuarto árbitro tiene que ir a un 'meeting' previo. En el campo revisa las equipaciones que le ha dicho la UEFA que tienen que vestir los equipos locales, visitantes y arbitrales. Los equipos no eligen el traje, lo elige el Team UEFA. Luego hay tratos entre equipos y hablan con la UEFA, pero ellos deciden. También revisa las gradas supletorias y las porterías".
Estudian a los equipos y después juegan el partido: "Después de comer hay una charla en una sala arbitral sobre cómo preparan ellos el partido. Ven cómo juegan ambos equipos, cómo defienden... y ven un vídeo con jugadas. Luego llega el partido y haces lo que puedes, según si tienes el día inspirado o no".
Una persona juzga sus decisiones en el campo: "Cuando acaba el partido viene el Team UEFA y entrega un USB con el partido, uno al árbitro y otro al observador, el que te informa. El observador tiene todas las jugadas dudosas apuntadas. Después de cenar hay una charla de media hora con el informador, con un vídeo y con las jugadas. Le tienes que explicar por qué has tomado esas decisiones antes de ver las jugadas y una vez vistas por televisión. En base a eso te puntúa. Por ejemplo el observador tendría la jugada de Kroos cortada y preguntaría cómo no lo vio en el campo y cómo la ve tras el vídeo".
Si superan la evaluación, cobran 6.000 euros: "A las dos semanas llega el informe del observador con la puntuación. Si tienes menos de un ocho, a lo que nosotros llamamos 'bajo par', lo más seguro es que ya no arbitres más en todo el año. Tienes que tener más. Cuantas más jugadas aciertes, más sube la puntuación. Y luego los 6.000 euros para casa".
La INTERPOL les puede pinchar el teléfono: "Los regalos están totalmente prohibidos. El que te recibe en el aeropuerto es una persona del colectivo arbitral. Si vas a Basilea por ejemplo, dependes de la Federación y en todo momento estás controlado. A los árbitros les hacen firmar al principio un consentimiento para que la INTERPOL pueda pinchar el teléfono y escuchar todas las conversaciones que tienes".
La época en las que los clubes regalaban jamones para condicionar a los árbitros: "A mí me pillaron las dos épocas. Cuando te llevaban los clubes y aquello parecía... Luego ya a la gente se le fue la olla y empezaron a hacerlo los directivos. Eran demasiado generosos".
Cuando les llenaron la habitación de caviar tras el escándalo de López Nieto y los abrigos de visón: "Yo pito después de dos o tres años sin que arbitrara un español en Kiev debido a los famosos abrigos de visón de Antonio Jesús López Nieto. Cuando llego hay una habitación más grande que mi casa y teníamos latas de caviar que salían de debajo de la almohada. En la nevera, en el baño... Les dije a los linieres: '¿Habéis visto cuantas latas de caviar? Pues cogéis una, por compromiso, y las demás que se las lleven'. No es ser honrado, pero si te van a comprar... Había una frase de Díaz Vega que era 'Lo que yo quiero que me den, es imposible que me lo den, y lo otro lo puedo comprar...'.