Ferran es de Champions
La salida del canterano despertó a un Valencia que acabó goleando pese a que el Lille se adelantó por obra de Osimhen. Empate a 7 puntos con Ajax y Chelsea.
El Valencia, este año sí, peleará por estar en los octavos de la Champions. Ferran, que incomprensiblemente empezó la velada desde el banquillo, lideró la reacción de un Valencia que acabó goleando y beneficiándose del empate entre Chelsea y Ajax. Los tres suman 7 puntos, el Lille ya está fuera de todo, y un triunfo en Mestalla contra el Chelsea en la próxima jornada le daría al Valencia billete a octavos, donde no está desde hace 7 años.
A estas alturas de la Champions, el Valencia -los clubes españoles en general- debería haberse dado cuenta ya que solo por la denominación de origen no se le gana a nadie. Lo peor de todo es que los de Celades regresaron hace 15 días de Lille avisados de ello y aún así salieron con torrija. Celades no acertó con su planteamiento -Ferran le demostró cuando salió por la lesión de Cheryshev que estaba para ser titular- y hasta cinco futbolistas del Lille se fueron al descanso tras correr más que cualquiera de los blanquinegros.
Entre eso y el talento de Osimhen, autor del 0-1, el Lille le puso al Valencia el billete para octavos por las nubes. Para más inri, a los blanquinegros no les acompañaba ni la suerte, porque el balón le había llegado a Osimhen en la acción del gol tras un rebote y después Maignan se ‘encontró’ hasta en dos ocasiones con el esférico tras remates a bocajarro de Rodrigo.
El Valencia, para su dicha en la competición, espabiló tras el paso por los vestuarios. Y de qué manera. Fue entonces, a raíz de la entrada de Manu Vallejo, que por ganas y derroche se está haciendo un sitio en el equipo, cuando la calidad de los de Celades sobresalió en paralelo a su intensidad. Ese cocktel de intensidad y fútbol les llevó literalmente a cenarse a los de Galtier.
Parejo, de penalti a lo Panenka (hay que ser genio solo para pensarlo con el ambiente caldeado que había), firmó el empate cuando quedaba un mundo por jugar. Mestalla se vino arriba y el Lille se hacía cada vez más pequeño. Hasta la fortuna se aliaba con el Valencia y Soumaoro se marcaba el 1-2 en propia puerta. Después llegó la esquisitez de Kondogbia, zurdazo desde más de 30 metros y Ferran puso el broche a la goleada y a su actuación, digna de Champions.