La Real vuelve a tocar el cielo en Granada
La causalidad ha querido que su equipo masculino alcance el coliderato de Primera en el mismo escenario donde su equipo femenino fue campeón de la Copa de la Reina en mayo
Mucho mérito de Imanol Alguacil. Mucho mérito de Portu. El primero porque desde el banquillo nunca se rindió, pese a que su Real, en esta ocasión, estaba encontrando muchas dificultades para generar su fútbol, y el empate parecía en Los Carmenes un buen resultado. Pero su equipo estaba compitiendo, luchando y dejándose la piel por un triunfo al que le hacía falta un empujón para terminar de creérselo. Y eso lo dio el oriotarra con sus cambios. Mensaje claro de inconformismo. Imanol quería más, quería ganar. Y sacó a Januzaj. Y la Real lo agradeció, porque el belga tiene calidad más que suficiente para cambiar un partido. A trancas y barrancas se inventó una gran jugada personal que acabó con un pase en profundidad a Portu. El murciano no falló. Era su gran noche, y no estaba dispuesto a desaprovecharla.
Y aquí aparece el mucho mérito de Portu. El murciano es todo pundonor, un guerrero en toda regla. No da un balón por perdido. No se cansa de tirar desmarques. De correr, para delante y para detrás. Lo pelea todo, hasta lo que no hace falta. Y tira desmarques en profundidad con nadie. Y marca goles. Como el 0-1. Pase maravilloso de Oyarzabal. Definición perfecta de Portu. Control y disparo seco al palo corto. Y no contento con eso, se le ocurrió sobre la bocina llevar la alegría total a la afición realista con el 1-2 definitivo. Otro desmarque potente y oportuno, control, regate y definición. Infalible.
La ya es Real colider. De forma justa. Sin Ødegaard en el campo. Parecía imposible ganar sin el noruego, que a día de hoy es fundamental. Prueba superada. Actuación coral de alto nivel, partido muy trabajado y sobre todo bien competido, representado en jugadores como Merino y Zaldua, que estuvieron soberbios. Remiro tendrá que levantarse de su borrón en el gol de Vadillo, y Llorente despertar, que la Real le necesita a su mejor nivel. Pero desde lo más alto de la clasificación todo será más fácil. Disfruten. No siempre verán tan arriba a la Real. De Granada al cielo. Otra vez.