Dembélé, por eliminación
La lesión de Suárez y la falta de cuajo aún de Carles Pérez o Ansu hacen presumir que tendrá una oportunidad más contra el Slavia este martes si Valverde le levanta el castigo.
Pese a que se corrió un rumor fake el viernes sobre un posible amago de lesión, Valverde dejó claro que Dembélé se había quedado fuera de la lista para el partido contra el Levante por una "cuestión técnica". Lo que no aclaró es si formaba parte de una continuación del castigo por la melonada que cometió contra el Sevilla, cuando le dijo "muy malo" a Mateu Lahoz, o por los veinte minutos absurdos que jugó contra el Slavia de Praga, en los que perdió seis balones y la oportunidad de sentenciar un partido que estaba de cara él. Es difícil imaginar un partido con una coyuntura más favorable para las condiciones de un futbolista y que este le saque tan poco provecho. Resultó decepcionante.
Las circunstancias, sin embargo, invitan a pensar que Dembélé va a tener una oportunidad más. La lesión en el gemelo de Luis Suárez, y la falta de cuajo de Carles Pérez, flojo contra el Levante, y Ansu Fati, al que todavía no se le pueden pedir milagros, abren de nuevo la puerta a Dembélé, que tiene además en Griezmann uno de sus pocos incondicionales en un vestuario que no acaba de fiarse de él. Suárez y Messi han hecho esfuerzos por hacerle la vida más fácil a Dembélé y adaptarlos al ecosistema del equipo, especialmente la temporada pasada. Pero el francés da una de cal y mil de arena.
Dembélé se ha perdido nueve de los catorce partidos oficiales del Barça esta temporada. Una barbaridad. Una lesión contra el Athletic, otra muscular sorprendente antes de jugar en Getafe y la expulsión contra el Sevilla. Veloz, potente, regateador con las dos piernas, con capacidad para asistir y con gol, es difícil explotar de manera menos constante unas cualidades sobresalientes. Esta debía ser la temporada de Dembélé. Desde de dentro del club se asegura que la actitud desde principio de temporada, sea porque es su tercer año o porque se siente respaldado por el núcleo francés, es distinta, mejor. Y que el jugador, después de amenazar con marcharse antes de final de la temporada pasada, cambió de parecer y llegó con la mejor predisposición después de las vacaciones de verano. Lo de Dembélé, sin embargo, parece quedarse siempre en un buen propósito y un lamento permanente. Contra el Slavia, otra oportunidad.