Varapalo al Castilla de Raúl en Gijón
Perdió 4-2 contra el Sporting B, que jugó media hora con diez, y el filial blanco sigue sin saber ganar lejos de Valdebebas. El hat-trick de Bertín tumbó a los cachorros blancos.
El Castilla de Raúl no sabe de momento competir lejos del Di Stéfano. Era una sospecha y tras su visita a Mareo, otra cantera ilustre, es un hecho. El 3-0 al descanso fue la mejor muestra de que el filial blanco es revitalizador de rivales cuando le toca jugar de visitantes. El Sporting B estaba en ruinas, con cuatro derrotas consecutivas, pero se dio un atracón a costa del sistema defensivo blanco y su actitud family friendly. En Segunda B hace falta más mala baba, que dirían los castizos.
Un canterano sportinguista saldrá de este partido recordándolo para siempre. Bertín, el punta rojiblanco, gustó y se gustó con un hat-trick y haciéndole la vida imposible al Castilla en todos los frentes. Empezó pronto, aprovechando un grave error de Belman. Iván Elena le dio más ventaja al equipo asturiano y Bertín puso el 3-0 con una acción delicatesen con toque de espaldas primero y remate de ariete después. En el Castilla era Feuillassier, la única muestra de orgullo castillista, y la nada. La peor primera parte del Castilla en tiempo.
Pero a Raúl, más allá de su evolución táctica, se le ve madera de motivador. El Castilla que salió en la segunda parte, tras la presumible Raulina en el vestuario, fue completamente otro. A ese cambio de mentalidad se le unió la entrada de Gelabert y Rodrigo Rodrigues que revolucionaron al filial blanco. El primero metió gasolina con un golazo y el brasileño abrió más y más vías por las que hacer daño. La expulsión del rojiblanco Mecerreyes incluso añadía esperanzas al Castilla. Pero otra endeblez defensiva más, la enésima del partido, desembocó en un discutido penalti que Bertín, en dos tiempos, materializó en el 4-1.
Aunque quedase aún media hora, el Castilla no se repuso. El arrebato final terminó en un gol anulado a Baeza en el 89’ por inexistente fuera de juego y otro del cordobés, ahora sí dado por bueno, ya en el descuento.
Retazos de calidad y orgullo que no maquillaron una primera parte castillista nefasta que sigue alejando al Castilla de su primer triunfo a domicilio. Raúl tiene mucho trabajo aún por delante.