El Lille cae en el Vélodrome justo antes de visitar Mestalla
El equipo de Villas-Boas puso fin a una mala racha y se coloca 3º de la tabla clasificatoria de la Ligue 1 con una plantilla limitada.
El Olympique de Marsella doblegó por 2-1 al Lille en un partido muy igualado y que se decidió por pequeños detalles. Sanson y Gabriel en propia puerta contrarrestaron el gol de Soumaoro en los minutos finales que vuelven a evidenciar que el Lille está siendo un equipo muy vulnerable lejos de su estadio.
El Olympique de Marsella no podía permitirse otra derrota. El equipo había dado muy mala imagen la semana pasada en París (4-0) y también entre semana contra el Mónaco en la Coupe de la Ligue (2-1), por lo que la victoria contra un rival directo por la zona alta de la clasificación era casi una obligación. Rudi dejó en el banquillo a Strootman y Maxime Lopez y adelantó a Kamará, muy criticado por sus últimas actuaciones como central, para dar dinamismo en el centro del campo.
El Lille llegaba al Velódrome en un estado de ánimo muy diferente al de su rival. Los de Galtier habían encontrado por fin un sistema al que adaptar al equipo en el encuentro de Champions contra el Valencia. El técnico repitió el 3-4-2-1 que había empatado al conjunto che y que después vapulearía por 3-0 al Girondins de Burdeos. En caso de victoria, los norteños acabarían la jornada a seis puntos del PSG.
No fue una primera parte brillante en Marsella. El Lille buscó robar en campo rival lo más cerca posible de la portería de Mandanda, pero los de Villas-Boas poco a poco fueron cediendo la posesión para que el rival no se sintiera cómodo y se viera obligado a proponer. Fue la tónica de toda la primera mitad, ya que las ocasiones brillaron por su ausencia.
La buena noticia para el OM fue Boubacar Kamará. El Lille es un equipo que siempre intenta dar amplitud con sus laterales para que Ikoné y Yazici reciban de cara por dentro y agiten el ritmo del partido. Kamará, que de central no estaba teniendo suerte esta temporada, se erigió como un mediocentro fantástico en la primera parte. Si los centrales salían de zona, él iba a la cobertura. Si el equipo replegaba, cerraba la línea de pase del lado en el que la pelota estuviera para que los mediapuntas del Lille no recibieran de cara. Y, cuando el partido lo requería, daba una tranquilidad al equipo con la pelota necesaria en cualquier equipo.
La mejor ocasión del encuentro la tuvo el OM. Un gran pase de Payet dejó solo a Bouna Sarr, que remató con la izquierda al poste. Fue lo poco salvable de una primera parte muy táctica y con un Lille que notó en exceso la baja de su máximo goleador, Victor Osimhen. El OM le obligó a salir siempre en largo con los carrileros, y ahí, tanto Celik como Reinildo sufren, pues son jugadores con tendencia a defender antes que atacar.
El OM dio un giro de tuercas al partido nada más comenzar la segunda mitad. Una mala salida de Maignan, que chocó con su compañero Gabriel, permitió a Boubacar Kamará asistir a Sanson para que hiciera el 1-0 a placer. Era el primer disparo a puerta del equipo en todo el encuentro y sirvió para mostrar el pragmatismo que ha implantado Villas-Boas en el club.
El partido entró en el territorio que más beneficiaba al OM. Poco ritmo, pocas ocasiones y el Lille obligado a arriesgar si no quería sumar la quinta derrota en seis partidos fuera de casa esta temporada. Sin embargo, ni la tardía entrada de Osimhen mejoró a los de Galtier en ataque, incapaces de encontrar a Ikoné y Yazici entre líneas y con la evidencia de que la baja de Nicolas Pépé ha hecho bastante daño en el conjunto de Alta Francia.
Casi sin querer, el OM se ponía 2-0 en el marcador. Gabriel, que fue quien se chocó con Maignan en el 1-0, se marcaba en propia puerta un remate de cabeza de Payet en una transición iniciada majestuosamente por Boubacar Kamará, impecable durante todo el partido en el centro del campo. El Lille reaccionaría minutos después gracias a un gol de Soumaoro de cabeza en un córner, pero ya era demasiado tarde. La victoria permite al OM colocarse 3º, empatado a puntos con el 2º (Nantes) y con la sensación de que Villas-Boas está realizando un trabajo fantástico.