José Manuel Ramírez: “Estoy decepcionado, hecho una mierda”

Como queriendo sofocar una rebelión, la Unión Deportiva Las Palmas va cada día más allá en su lucha por acallar las voces críticas con la gestión del club y su presidente, Miguel Ángel Ramírez. Ocurre que la batalla contra las famosas pancartas del “Ramírez vende ya” o “Ramírez vete ya” no cesa.

Hace casi un mes, en lo alto de una de las lomas que circundan la Ciudad Deportiva, apareció una de las citadas pancartas, detectando las cámaras de la instalación que fue José Manuel Ramírez, presidente de la peña ‘Sentimiento Amarillo’ y con 32 años como socio de la UD, quien allí la colocó. “La puse el 5 de octubre sin consultar con nadie”, confiesa en AS . Ocho días después empezó su calvario. “El 13 de octubre, partido contra el Deportivo, al llegar a la puerta y pasar mi abono no se activa la entrada”, rememora. Una pregunta. Otro empleado. Un superior. Desde entonces, todo cambió: “Pregunto a la chica y me manda al de seguridad, que revisa a quien accede". "Visto mi abono, llama a un superior”, que le entrega un escrito comunicándole la “incoación de expediente sancionador según el artículo 16 del reglamento de régimen interno, y dado la gravedad de los hechos y como medida cautelar se me suspende el acceso a las instalaciones donde se celebren acontecimientos o espectáculos deportivos organizados y gestionados por la U.D. Las Palmas S.A.D”.

El día 16 se dirigió al Órgano Social del club para mostrar “su más sentido arrepentimiento”. El 28 se le comunica, mediante un escrito firmado el 21, dicha sanción por 9 meses, hasta el 13 de julio de 2020. Baja para toda la temporada. “Me siento hecho una mierda, muy decepcionado con el club porque no esperaba una sanción tan excesiva. Creo que me están cogiendo como ejemplo hacia los demás”, afirma, y añade: “Asumiendo la sanción, creo que se han cebado en mi persona al aplicarme una infracción muy grave por poner una pancarta”.

Venganza. Si no es una venganza, lo parece. El presidente pero de Sentimiento Amarillo lo niega. “No quiero pensar que sea una venganza por la pancarta del pasado año. Se sacó con permiso del club, aunque posteriormente se firmó un documento que faltó para la Policía”, recuerda. Se refiere al día que, tras acordar la Federación de Peñas que no se sacara ninguna pancarta para darle tiempo a Las Palmas a responder a sus demandas, Sentimiento Amarillo fue la única que enseñó el “Ramírez vete ya”. Insiste en que “se aclaró” en su día. “Y creo que fue un paso para las reuniones que tuvimos al finalizar la temporada pasada con el club las distintas peñas pertenecientes a la Federación y colectivos, con el objetivo de llegar a algunos acuerdos expuestos en su día por el comunicado de las Peñas”. “Desde 2015 nos estábamos distanciando del club, pero esto se arregló en parte con esas reuniones”, añade.

En época de prohibición de pancartas y bloqueos masivos, José Manuel va a la raíz del problema. “Es la primera vez que se practica esta política. Entiendo que no se acepta la opinión del aficionado, y creo que esto empeora la situación”. Pero no se rinde: “Ni esta directiva ni ninguna impedirá que me siga abonando, Mi sentimiento, jamás en la vida, me lo va a quitar nadie”.