Martí, en busca de un doble pivote sin piezas

Uno de los primeros rompecabezas futbolísticos al que se tiene que enfrentar Martí en el Girona es la elección del doble pivote. Sus equipos, tanto el Deportivo como el Tenerife, jugaron siempre con dos hombres por delante de la defensa y, tras escucharle en la presentación, no tiene pinta de que eso vaya a cambiar: no adaptará su esquema o su estilo, sino que serán los futbolistas los que tendrán que amoldarse a las ideas del técnico. Y deberán amoldarse, y no situarse, porque el Girona carece de un perfil puramente defensivo para guarecer por delante a la defensa.

Los tres grandes candidatos para ocupar las dos plazas del centro del campo son Gumbau, Granell y Diamanka. No solo son los futbolistas cuyas características mejor se adaptan a la posición, sino que son los tres futbolistas que más minutos han jugado en ella. Probablemente Gumbau será un fijo, y el otro puesto se lo diputarán Granell y Diamanka. Como es evidente, ninguno de los tres futbolistas tiene un perfil marcadamente defensivo, pues los tres son futbolistas con llegada. Pero a Martí no le quedan alternativas.

No hace tanto el Girona sí disponía de centrocampistas claramente defensivos, con Pere Pons como gran estandarte. También Timor o incluso Alcaraz, pero ninguno de los tres está ya en el club. Y sorprendió a más de uno que, en el caso de Pons, no se le fichara un recambio de garantías. Su impacto en el juego, y sus numerosos minutos en el campo, se echan de menos. Y es que este Girona está sufriendo mucho atrás, pues ha encajado ya 16 goles en 13 partidos. Unos números que no son malos para un equipo de media tabla, pero sí para quien lucha para ascender a Primera.

Pese a que Martí no quiso hablar de ello en su presentación, o al menos no de forma explícita, parece evidente que el club acudirá al mercado de invierno para reforzar al equipo. Y la prioridad número uno es el mediocentro, pues con el cambio de técnico ésta se ha convertido en una zona a reforzar de vital importancia.