El viaje más difícil de Culebras
El exfutbolista y tutor de las inferiores de España estuvo más de un día metido en un avión para acompañar a Pino de vuelta y traer a Blesa a Brasil.
En un Mundial, de cualquier categoría, existen muchas historias humanas alrededor del fútbol. Una de ellas la protagonizó José Antonio Culebras, exfutbolista y ahora tutor académico de las categorías inferiores de la Federación que en Brasil se encarga de que los jugadores no dejen de lado los estudios. Llegó al puesto en enero de 2019 y desde entonces intenta poner su granito de arena en cada torneo para que los jóvenes talentos no se despisten con el ruido mediático que se genera alrededor de estos campeonatos.
Antes del Mundial, en cambio, tuvo una dura misión cuando Yéremi Pino se cayó de la lista el día previo al inicio por un problema ocular. “David Gordo y Francis Hernández me dijeron que habían pensado en mí para acompañarle. Era una paliza, pero una misión importantísima. Era muy doloroso para Yéremi, se acababa un Mundial.”, cuenta a AS Culebras.
El joven jugador estaba hundido. Vitoria-Sao Paulo (algo menos de dos horas de vuelo) y Sao Paulo-Madrid (casi once horas). “Debía respetar sus tiempos. Intentaba desviar el dolor al futuro que tiene por delante. Es importante humanizar estas situaciones, que lo asuman con naturalidad porque todas las personas tienen piedras en el camino en la vida”.
Llegó a Madrid con Pino y tras dormir una hora y media en un hotel hizo el viaje de vuelta con Blesa, el sustituto. "Pasé de la tristeza de Yéremi al polo opuesto con Álex". Así es la vida y la historia de Culebras, uno de esos héroes anónimos que tiene cada selección…