El banquillo volvió a dar rédito al Atlético, pero fue insuficiente
Morata marcó tras ser suplente al igual que había sucedido contra el Bayer Leverkusen. Thomas dio otro ritmo al equipo, aunque al final sólo se sumó un punto.
Simeone volvió a tirar de su banquillo para cambiar la mala cara que había ofrecido el Atlético durante la primera mitad del partido contra el Alavés. Un primer tiempo completamente inoperante, sin ningún remate en los 45 minutos en una versión muy similar a la ofrecida en Valladolid.
Al igual que en aquella ocasión, los cambios mejoraron la imagen del equipo en la segunda mitad, pero fueron insuficientes para ganar. En pucela porque el remate de Correa se estrelló con el palo y en Mendizorroza pese a que Morata consiguió marcar tras salir desde el banquillo, pero Lucas Pérez empató el duelo con un auténtico golazo desde fuera del área. El propio '9', que lleva tres encuentros consecutivos viendo puerta, había podido poner el 0-2 en el marcador un minuto después de hacer el primero en la segunda gran ocasión del equipo durante el partido, pero su remate en el mano a mano fue muy centrado y lo detuvo Pacheco.
Los cambios del Cholo han sido determinantes durante toda una temporada donde los goles están llegando con cuentagotas (once tantos en once jornadas de Liga). En la segunda jornada liguera, el Atlético se impuso por 0-1 en Butarque con un gol de Vitolo en el minuto 70 cuando llevaba tan sólo once sobre el terreno de juego. El canario entró por Hermoso en el 59 y rompió un partido completamente atascado, donde el Atlético había comenzado apretando al Leganés, pero estaba perdiendo peso en el partido y llevaba un buen rato siendo dominado por los pepineros hasta que llegaron las sustituciones.
Una jornada después se repetiría la película. Ante el Eibar, el Atlético comenzaría perdiendo 0-2 a los 20 minutos de partido, pero los del Cholo no bajaron los brazos. João Félix recortó las distancias antes del descanso, cuando el técnico volvió a agitar su banquillo con la entrada de Vitolo en el lugar de Marcos Llorente. Y el canario volvió a responder con otro gol para acercar la gloria que dio Thomas, otro de los jugadores que habían salido desde el banquillo. Simeone sorprendió dando entrada al ghanés en el lugar de João Félix (minuto 82) cuando tenía que lograr el tercer tanto, pero fue el propio centrocampista el que lo hizo prácticamente en el tiempo de descuento. El Atlético llegó a la cuarta jornada de Liga con tres de los cinco goles marcados por jugadores suplentes.
También en Champions
La capacidad de revolucionar los partidos desde el banquillo atlético se había ido difuminando en Liga hasta el gol de Morata en Mendizorroza, pero ha sido determinante en Champions. Contra la Juventus el Atlético volvió a comenzar perdiendo 0-2 en casa, pero Simeone tiró de Correa, Vitolo y Herrera para acabar empatando el partido. El mexicano fue el autor del 2-2 con un fantástico cabezazo en el minuto 89.
Tras ganar con bastante holgura al Lokomotiv en Moscú, el Atlético volvió a ver como se le complicaba el partido contra el Bayer Leverkusen. El gol se resistía ante la portería alemana, pero la entrada de Morata en el minuto 70 cambió el partido. El punta marcó ocho minutos después el gol del triunfo rojiblanco con un fantástico cabezazo tras un preciso centro de Lodi para dar brillo a otro partido gris y situar al Atlético con siete puntos en las primeras tres jornadas de la Champions.
El banquillo está dando puntos al equipo, consiguiendo cambiar en muchos momentos los rumbos del encuentro (aunque contra el Valencia tuvieron el efecto contrario), pero el Atlético continúa atascado. Un equipo que en muchas ocasiones presenta dos caras y desaprovecha partes completas sin generar peligro ni conseguir inquietar al meta rival. El fondo de armario está (seis de los 16 goles de la temporada, el 37,5%, son de suplentes), pero hasta el momento con una dependencia excesiva.