El Málaga respira en un partido bravo con nueve amarillas y dos rojas
Ganó en casa, cuatro meses después, a un Oviedo que detiene su gozoso efecto Rozada. Goles de Antoñín, Adrián de penalti e Ibra.
El Málaga por fin ganó en La Rosaleda. No lo hacía desde el 8 de junio. Más de cuatro meses de pesares para una afición que bastante tiene con soportar a su espantoso presidente. Los goles de Antoñín y Adrián (este de penalti) fueron demasiada losa para un Oviedo espeso cuyo gol de Ibra llegó tarde. Los de Víctor duermen fuera de descenso.
Fue un partido intenso y bravo. Pero no tan brusco como para dejar un parte de guerra con nueve amonestaciones y dos expulsados. Rojas para Víctor, el técnico local y para Lolo en las postrimerías de la batalla y en plena guerra de nervios.
El Málaga salió con ganas y en el primer cuarto de hora Nereo Champagne tuvo que intervenir hasta en tres ocasiones en remates de Pacheco., Armando Sadiku y Renato Santos. El Oviedo no se arrugaba. A los 17 minutos, tras una interrupción por caída de Saúl Berjón, atronó en La Rosaleda el primer y rotundo “¡Al Tnani vete ya!”. No hace falta ni recordar lo harta que está la hinchada blanquiazul del horroroso presidente/tuitero.
El segundo tiempo mantuvo parámetros similares. A los 54’ Antoñín, un chaval de 19 años y con una pinta de futuro gran jugador, se fue con maestría de Carlos Hernández lejos de Champagne. 1-0. Seis minutos después el VAR chequeó una falta de Nieto sobre Antoñín dentro del área. Penalti decretado. Adrián lo transformó en el 2-0. El Málaga cogía carrerilla y el Oviedo, en depresión.
A los 67’ Dani Pacheco, que reapareció, fue sustituido por Juanpi. Ovacionado. El equipo de Víctor mantenía el control con autoridad y Ortuño, anulado por Luis Hernández y Lombán. De manera que Rozada sacó a Joselu, un goleador de prestigio, en busca del toque a rebato. Pero el tiempo se le escurría de los dedos y a los 78’ salió otro delantero, Ibra, en busca de la épica. A los 83’ el Oviedo se metió en el partido por un error de Munir que no controló un remate de Carlos Hernández. Ibra, de espuela hizo el 2-1. De manera inesperada, el Oviedo se metió en faena. Y el Málaga, a temblar. Y para colmo, Víctor fue expulsado. Guerra de nervios.
El Málaga frenó como pudo el arreón de un Oviedo que tardó en espabilar y no lo hizo bien. Respiro tremendo para los costasoleños. Y frenazo para un Oviedo que en verdad, no estuvo nada bien.