Tony Hernández, el español que exporta el 'cholismo' a Ruanda
El fuenlabreño lleva sólo tres meses en el Mukura VS ya es campeón de la Supercopa y suena para llegar al banquillo de la selección.
De hacer la pretemporada, en agosto, como segundo entrenador del juvenil del Illescas a ser, en la actualidad, el técnico principal del líder de la liga de Ruanda y aspirante a dirigir el combinado nacional ruandés. La historia de los últimos tres meses de Tony Hernández da casi para un libro. Sólo el hecho de emprender la aventura a un país donde hace sólo 25 años hubo un genocidio en el que fallecieron 800.000 personas ya impone respeto. Marcharse allí solo, a una ciudad que no es la capital, para ser técnico ayudante de un equipo que no es de los más grandes, suena a chaladura.
Pero nada más lejos de la realidad. A Tony Hernández (Fuenlabrada, 1981) todo le va de maravilla en Butare. En este tiempo ya ha levantado un título, la Supercopa de Ruanda, como entrenador ayudante; ha sido ascendido a entrenador principal; ha llevado a su equipo a ser el líder provisional de la liga; e incluso ya suena para ser el seleccionador de Ruanda. Ni en el PC Fútbol de Ruanda se llega al éxito tan rápido.
"Vi una oferta en el portal Futboljobs y no lo dudé. Lo primero que me dijeron es que estaba loco y mis padres me obligaron a enterarme de cómo estaba el país. Oír 'Ruanda' no da mucha confianza de entrada pero es el país más seguro de África. Le llaman el 'Singapur' de África", explica. Eso sí, las huellas del genocidio en el que la población 'hutu' exterminó a más del 75% de los 'tutsis' todavía se palpan en el día a día. "Aquí la gente no lo olvida pero ha pasado página. La mayoría de jugadores no habían nacido cuando sucedió aquello pero sí que hay personas en el club que te cuentan que mataron a toda su familia. Te lo cuentan con total naturalidad", relata. "El presidente es una especie de Nelson Mandela y quiere utilizar el deporte como vía hacia la paz y el crecimiento del país", añade.
A Tony Hernández el don de dirigir equipos de elite le viene de casta. No en vano, es sobrino del director deportivo de ciclismo, Maximino Pérez. Quizás por eso enseguida ha adoptado sin complejos el papel de primer entrenador del Mukura VS, un club siempre a la sombra de los dos grandes del país, el APR y el Rayon Sport. "Cuando llegué, el primer técnico me dio vía libre para preparar las sesiones y dirigir los partidos. Ganamos la Supercopa y entonces, quizás por celos, me apartó. Tras empezar la temporada bastante mal, le echaron y me dejaron a mi de primero", comenta. Desde entonces, dos victorias (4-0 y 1-3) en dos partidos y líder provisional de la liga (ahora es tercero).
Todo un carrerón en tiempo récord. Eso sí, sólo el hecho de "ser español" ayuda. "Ya te miran con otros ojos. Aquí el nivel podría ser como el de Segunda B o Tercera en España", indica el único entrenador europeo en la liga ruandesa.
Su libreto no es propio. Hernández no esconde que su filosofía es el 'Cholismo' y en su equipo lo lleva a cabo hasta el último detalle."Mí ídolo es Simeone y creo totalmente en la organización y su sistema de juego. Mi equipo juega un 4-4-2 con una presión bien organizada. Salvando las distancias, quiero que el Mukura juegue igual que el Atleti", asegura.
Su buen hacer no ha pasado desapercibido en Ruanda e incluso ya traspasa fronteras. Ya le han llegado ofertas del Congo y de Uganda y se rumorea con una posible propuesta del campeón de Sudáfrica, el Mamelodi Sundowns. E incluso suena para seleccionador de Ruanda. "Leí que me quería el Mamelodi Sundowns, incluso que había sido el Cholo el que había llamado para que me ficharan. Ojalá fuera cierto pero el Cholo no me conoce de nada", bromea.