Suárez y las brujas de Praga
Como en Manchester, el acta arbitral le impidió romper su increíble racha fuera de casa. Desde Roma, en septiembre de 2015, ha marcado 156 goles en el Barça.
Cada 30 de abril, Praga quema sus brujas en una vieja tradición conocida como Paleni Carodejnic. Suárez no pudo ahuyentar las suyas en el Sinobo Stadium. Lo cierto es que lo suyo empieza a ser ya cosa de brujería. Sin marcar un gol fuera de casa en la Champions desde septiembre de 2015, cuando marcó en Roma en la primera jornada de la fase de grupos la temporada en la que el Barça defendía su último título de campeón, no ha vuelto a marcar pese a tener oportunidades de todos los colores. Y pese a ser un goleador reputado. Porque desde entonces Suárez ha marcado en todos los grandes estadios de LaLiga (Bernabéu, Sánchez Pizjuán, Wanda, San Mamés, Villamarín...), pero Europa se le resiste.
Y cuando firma un gol de rebote, el acta le desacredita. El uruguayo pareció romper su racha el pasado mes de abril en Old Trafford, pero su remate de cabeza en la jugada del 0-1 tocó en Luke Shaw. El colegiado italiano Gianluca Rocchi lo consignó así en el acta. En Praga, fue el escocés Bobby Madden quien se percató de que el remate de Suárez era enviado a gol por Olayinka, alargando el gafe. Resultó increíble que, minutos después, el uruguayo se quedase solo dos veces ante Kolar y mandase las oportunidades al limbo. Fue un buen momento para recordar ese balón de Messi en Liverpool que el charrúa remató y se encontró con Alisson en una acción que hubiese metido al Barça en la final del Wanda.
Los números de Suárez lejos del Camp Nou en Champions no se corresponden con su acreditada fama de goleador. De hecho, desde aquel en Roma, ha sido capaz de marcar nada menos que 156 goles en el Barça. Parece increíble que ninguno de ellos haya sido en alguno de los viajes europeos con el Barça. De momento, sólo tiene en el horizonte el Giuseppe Meazza para acabar con una racha que de verdad parece cosa de brujas.