LEGANÉS
El Leganés no echa a un entrenador desde febrero de 2012
El crecimiento club blanquiazul se han basado en la estabilidad del banquillo, con apenas tres técnicos en siete años y medio. De 2009 a 2012 llegó a tener nueve entrenadores.
El Leganés decidirá en las próximas horas si destituye a Mauricio Pellegrino. La decisión, de tomarse para acabar con el despido del Flaco, pondrá fin a siete años y nueve meses sin que el club pepinero haya echado a ningún entrenador. El último técnico que acabó cesado de sus funciones en Butarque fue Carlos Orúe en febrero de 2012, cuando los blanquiazules aún jugaban en Segunda División B. Desde la 2012-2013, el Lega ha tenido sólo tres técnicos: Pablo Alfaro (una temporada), Asier Garitano (cinco temporadas) y Mauricio Pellegrino (temporada y media).
Precisamente esta fórmula de paciencia constante es uno de los motivos que ha propiciado que el club haya tardado tanto en plantearse seriamente el futuro de Pellegrino. Porque con esta filosofía el Leganés ha crecido y porque el club tiene el recuerdo de cómo, con la fórmula contraria, con el cambio frecuente de técnicos, las cosas no funcionaron nada bien.
Sirva el dato que entre 2009 y 2012, en apenas tres años, el Lega tuvo nueve entrenadores: dos en la 09-10, tres en la 10-11 y cuatro en la 11-12. Son seis entrenadores que los que han marcado el último periodo glorioso del equipo, ése en el que se han disputado dos fases de ascenso a Segunda y logrado alcanzar no sólo la categoría de plata, sino también la Primera División.
Un curso, cuatro entrenadores
Aquella campaña del último despido, la 11-12, fue la más agitada que jamás haya vivido la entidad desde que la familia Moreno Pavón compró el Leganés en la Navidad de 2008. El equipo rondó el descenso a Tercera (se salvó tras golear 5-2 al Atlético B en la última jornada) y llegó a tener hasta cuatro entrenadores.
Miguel Álvarez, ahora preparador del Villarreal B, cogió las riendas de un equipo potente, de alta inversión y construido para subir a Segunda. Rubén Navarro o Víctor Fernández eran sus referencias en la plantilla. También estaba David López, ahora capitán del Espanyol. Después de 13 jornadas, Álvarez fue despedido por sólo ganar un partido en Liga (al Oviedo, 3-2), empatar siete y perder cinco. También cayó en Copa ante el Hospitalet, rival ante el que, curiosamente, el Lega logró en 2014 el ascenso al fútbol profesional.
Tras Álvarez llegó un mítico de los banquillos en Segunda B como Carlos Orúe, que unas temporadas antes había dirigido al Rayo Vallecano. Duró menos que Álvarez, solo 11 jornadas, después de ganar tres partidos, empatar otros tres y perder cinco. En febrero de 2012 fue cesado.
Víctor, de jugador a entrenador
A Orúe suplió José María Rico, pero después de dos victorias, cinco derrotas, tres empates, y a falta de cuatro jornadas, el preparador decidió echarse a un lado y dejó el cargo para continuar en sus funciones habituales de coordinador de cantera. No llegó a ser despedido, pero tampoco terminó la temporada en el banquillo. Víctor Fernández, que había comenzado la campaña como delantero estrella del equipo, se hizo con los mandos sin, eso sí, poder dirigir a pie de césped por no tener carné. En las cuatro jornadas que estuvo al frente de los que fueron sus compañeros logró tres victorias y un empate que dieron al Lega el último espaldarazo para mantener la categoría.