El Tacon cae ante el Levante y agranda su crisis
Gemma Gili, Sonia Bermúdez y Banini aniquilaron a un Tacon que fue de más a menos y que se hunde en la tabla. Las granotas se reencuentran con la victoria.
La crisis del Tacon ya es una realidad. El cuadro madrileño, que no termina de arrancar en Primera, volvió a salir derrotado en un inicio liguero en el que sólo ha sumado cuatro de dieciocho puntos posibles. Lo hizo ante un gran Levante, que supo arrinconar a las madrileñas y llevarse el partido a su campo. Gemma Gili, la veterana Sonia Bermúdez y la argentina Banini fueron las encargadas de devolver a su equipo a la senda de la victoria. El cuadro de Pry respira así, tras haber dejado muchas dudas en duelos anteriores, a costa de un Tacon que se atasca y vuelve a caer al borde de precipicio, con una ventaja de un punto sobre el descenso.
Empezó el partido muy disputado. El Tacon salió muy concentrado, con el objetivo de evitar encajar goles en los primeros tiempos, tal y como le ocurrió en el último partido en casa ante el Madrid. También salió muy plantado el Levante, que dejó grandes llegadas en el área local, con intervenciones decisivas de Ana Valles. De área a área, el encuentro comenzó con ritmo y emoción. Gozó también de buenas ocasiones el Tacon, con gran protagonismo de Jakobsson. La sueca fue la más activa de un futuro Real Madrid que caminó con entereza en un primer tiempo que se saldó con empate a cero en el marcador.
Cambió el guion en el segundo tiempo. El Levante salió a morder y lo consiguió. Gemma Gili se hizo con un balón en la frontal y, tras un gran control, superó con grandeza a Ana Valles. A la jugadora le acompañaría más tarde Sonia Bermúdez, después de que el Levante hubiese disfrutado de ocasiones muy claras. Cambiaba por completo el asunto para el Tacon, y no sólo en el marcador. La frustración hizo mella en las de Aznar, que acusaron una gran falta de pegada. Sin gol ni ideas en los metros finales, las locales se fueron ahogando en un duelo que acabaría con celebración en el Levante. Banini, que había salido desde el banquillo, sentenció el encuentro con un gol en el descuento que supuso demasiado castigo para un Tacon al que parecían pesar las piernas en los últimos minutos.