Takefusa Kubo se sube al escaparate del plan B
La segunda unidad de Zidane juega ante gran esperanza japonesa a tres días del decisivo partido de Champions (21:00, Mov. LaLiga).
Siete años después, el Madrid vuelve a Palma, coincidiendo con la boda de Rafa Nadal y Mery Perelló, lo que asegura una jornada blanca y festiva en la isla. El partido es la antesala para los de Zidane de la visita al Galatasaray, evento crucial que sumado al Virus FIFA conduce casi irremediablemente (aunque el aplazamiento del Clásico mitiga esta necesidad) a la segunda unidad. Por obligación en algunos casos (Kroos, Modric, Lucas Vázquez y Bale están lesionados) y por recomendación en otros. Doce jugadores del Madrid prestaron servicio con sus selecciones por sólo tres del Mallorca, que además jugaron poco: 90 minutos Valjent con Eslovaquia, 16 Trajkovski con Macedonia y cuatro Kubo con Japón.
La gestión de la fatiga explicará bien la alineación del Madrid. Valverde, solución emergente a los problemas en la medular, jugó con Uruguay los dos partidos completos ante Perú. El segundo acabó en la madrugada del miércoles en España. El charrúa ha hecho 23.500 kilómetros. También Varane, ante Islandia y Turquía, y Casemiro, frente a Senegal y Nigeria, disputaron 180 minutos. Y 163 Hazard con Bélgica. Modric y Bale cayeron lesionados en el mismo partido y casi en el mismo minuto. Más aliviados quedaron Ramos y Carvajal; sólo estuvieron en uno de los dos partidos de España.
Las circunstancias apuntan a un plan B lujoso, con Isco y James, que trabajaron en Madrid durante el parón, como soportes del centro del campo; Vinicius (si Zidane reserva a Hazard) y Jovic, otros dos no seleccionados, como posibles acompañantes de Benzema en ataque, y Militao, que no salió del banquillo de Brasil, como pareja de Ramos. También se espera el regreso de Courtois. Será lejos del Bernabéu, que le pitó ante el Brujas y al que una gastroenteritis le libró de un segundo juicio ante el Granada. Viene de dos tardes de baño y masaje con Bélgica, ante San Marino (9-0) y Kazajistán (0-2). Le tiraron sólo cinco veces. Con ese plan B masivo ya le ganó el Madrid a Osasuna este curso.
Al Madrid le espera el fuego amigo de Kubo, que no acaba de derribar la puerta en el Mallorca (hoy apunta a suplente). Al menos, a ojos de Vicente Moreno. Sólo ha sido titular tres veces y en las tres perdió su equipo. El Mallorca entró en una espiral negativa que le hizo sumar un punto de 18 hasta que se impuso al Espanyol en la última jornada, lo que no le ha sacado del descenso.
El valor de su plantilla es 20 veces inferior a la del Madrid y sólo gastó siete millones en los 14 jugadores que llegaron el pasado verano. Es la realidad de un equipo que a finales del siglo pasado y principios del presente ganó una Copa y una Supercopa de España y jugó una final de la extinta Recopa.
Vicente Moreno cree que en la insistencia está la salvación. Más de la mitad de su equipo base le acompaña desde 2ªB, categoría en la que se hizo cargo del Mallorca hace poco más de dos años. La continuidad del proyecto es su fuerte y el balón parado, su cruz. Por esa vía ha encajado nueve de sus doce goles en esta Liga, más que nadie. También es el que pierde más disputas en defensa. En su auxilio corre el Madrid, que no ha marcado ningún gol de estrategia y con el peor porcentaje en disputas en ataque.