Son, sobre Corea del Norte: "Fue un éxito no salir lesionado"
Los dirigentes de la federación surcoreana tildaron de "guerra' el partido ante el país vecino, que se jugó a puerta cerrada por orden del gobierno norcoreano.
Corea del Sur jugó el martes por primera vez en su historia un partido como visitante en su país vecino y enemigo político, Corea del Norte, y no fue una experiencia nada grata, según han relatado miembros de la federación sureña después del encuentro, que terminó en empate a cero. El partido, disputado en el Estadio Kim Il Sung de Pyonyang, se jugó a puerta cerrada y al estadio no pudieron acceder ni siquiera medios televisivos ni periodistas. Sólo miembros de la FIFA, incluido el presidente Gianni Infantino, de la AFC y de las dos federaciones pudieron presenciar el encuentro. Las razón de este bloqueo mediático fue, según observadores internacionales, una estrategia mediática del régimen norcoreano para que no quedara constancia de una derrota ante el país vecino en caso de perder el partido. Infantino declaró tras el partido sentirse decepcionado: “Era un partido histórico, nos ha sorprendido esta medida”.
Según jugadores y miembros de la federación de Corea del Sur, esta situación facilitó el juego duro de su rival, que tildaron de violento y agresivo. “Aunque hayamos empatado a cero, estoy feliz por haber salido ileso del partido y volver a casa sin ninguna lesión, lo considero un éxito”, aseguró Heung-Min Son, la estrella de la selección surcoreana que juega en el Tottenham.
El vicepresidente de la Federación Surcoreana de Fútbol, Choi Young-il, no se quedó atrás y describió el encuentro como “una guerra”. “Nunca vi tanta agresividad en un partido de fútbol”, afirmó el dirigente.