La recuperación de Ross Barkley es una realidad
El centrocampista logró un doblete en el cómodo triunfo de Inglaterra ante Bulgaria por 0-4. El inglés está siendo uno de los jugadores del Chelsea más en forma de 2019.
Ross Barkley fue uno de los grandes protagonistas, con un doblete, del cómodo triunfo de Inglaterra ante Bulgaria en el estadio Vasil Levski , en Sofía, por 0-4. El futbolista inglés está siendo uno de los jugadores del Chelsea más en forma este año 2019, y su estado de forma mantiene la línea con los Three Lions, convirtiéndole así en uno de los jugadores más destacados del momento en las islas británicas.
La llegada de Maurizio Sarri la temporada pasada supuso la primera clave de su mejoría deportiva. Tras explotar deportiva y mediáticamente en las filas del Everton, su nivel comenzó a erosionarse y una grave lesión hizo, además, que su progresión quedara totalmente estancada. Pese a ello, el Chelsea apostaría por él en 2017 para reforzar la plantilla con la plena esperanza de que pudiera recuperar su mejor versión, su mejor fútbol y conseguir, así, volver a ver a aquel Ross Barkley que enamoró a miles de aficionados a orillas del río Mersey cuando militaba en las filas Toffees. Se llegó a afirmar de él que era el mejor canterano inglés desde Wayne Rooney. Palabras mayores. Le costó más de lo esperado. Primero, por su lesión, y segundo, porque no fue hasta la pasada temporada cuando realmente tuvo minutos suficientes para su poder conseguir regularidad y minutos. A partir de ahí, de nuevo vuelve a ser determinante.
Dos claves: su lesión y la madurez personal. Una importante lesión le obligó a pasar por el quirófano, justo cuando se había producido el primer contacto del Chelsea por sus servicios. Un largo periodo de tiempo que seguramente tuvo consecuencias físicas y personales, ya que por un lado le presentaba una pausa obligada que quizás le provocó darse cuenta de que la vida en ocasiones ofrece situaciones duras y, a su vez, un periodo de tiempo suficiente para dejar atrás la etiqueta de joya, de canterano, de joven promesa. Ross Barkley tuvo que hacer frente a una etapa que marcaría su vida y su carrera profesional. Una madurez que ha contribuido a estabilizarse, a conseguir la regularidad ansiada, y sus cifras futbolísticas así lo demuestran.
A sus veinticinco años está teniendo un elevado protagonismo en el proyecto doméstico de Frank Lampard junto a los Tammy Abraham, Mason Mount, Willian y compañía. Superada su lesión, su inmadurez personal (que llegó a cuestionar incluso si sería un problema por ciertas salidas de tono por su carácter) y la inseguridad que llegó a ser tema de debate en Liverpool, se siente más cómodo que nunca, y eso se ve reflejado sobre el césped. Partiendo desde banda o apareciendo por el centro. Marca la diferencia y se ha convertido en una de las alternativas Blues tras el adiós de Eden Hazard. Es el momento más brillante del jugador inglés en los últimos años
Comenzó con Maurizio Sarri y se mantiene con Frank Lampard. Barkley volvió para quedarse. Tras su etapa gris, vuelve a brillar, vuelve a ofrecer una versión determinante a nivel técnico y goleador. Ya recuerda a aquel jugador fascinante que maravillaba en Goodison Park y que dejaba detalles de muchos quilates. Un fichaje que tardó en aparecer, tardó en rendir, pero ya es una realidad para vivir un año 2019 cerca de la excelencia. Lo saben en Stamford Bridge y lo sabe un Gareth Southgate que le da el protagonismo que merece su estado de forma. Frente a Bulgaria volvió a dejarlo claro con su doblete.