El Hércules repite fallos del pasado y pierde ante el Andorra
El conjunto de Jesús Muñoz 'tiró' la primera parte y la reacción, sin premio, llegó cuando el líder se quedó con diez jugadores.
Durante muchos minutos, el Hércules demostró en Andorra que lo que ocurrió el pasado domingo ante el Barça B y la goleada fue un espejismo. El equipo blanquiazul volvió al pasado, retrocedió en su mejoría y calcó errores que le costaron el partido (2-1). El Andorra, líder, aprovechó el pobre inicio del Hércules para dejar encarrilada su victoria. El equipo de Muñoz fue pura blandura, sobre todo en defensa. Cada acción del equipo local, terminó en gol, sobre todo en el inicio. En el minuto 26, el Andorra ya ganaba 2-0 y había dejado sentenciado a un Hércules del que se esperaba mucho más.
Muñoz repitió once y dejó a Borja en el banquillo. Desde el inicio, falló esa intensidad y garra que aplastó al Barça B. Desajuste tras desajuste, fallo tras fallo, el Hércules se hizo pequeño. Ni mordió en la presión ni fue contundente cerca de su área.
El Andorra, al más puro estilo Barça, salió desde atrás jugando cada balón. En una presión, Pablo y Nani quedaron retratados y Samuel vio cómo Forgas se le colaba a la espalda. En la carrera, el delantero del Andorra fue más rápido. Luego, dribló a Samuel y remató ajustado al palo. El Andorra apretó, dejando una sensación constante de peligro. Antes del 2-0, Falcón salió en falso y el gaditano lo pagó en la siguiente acción. Musa se sacó un latigazo desde fuera del área que se coló por el centro de la portería de Falcón. El disparo iba con potencia, pero dejó la sensación de que el portero blanquiazul pudo hacer más.
Forgas perdonó el tercero y Moha y Musa fueron demonios y puñales. El Hércules no se enchufó hasta la segunda parte. La entrada de Borja le dio otro aire al equipo, aunque el conjunto de Muñoz no empezó a apretar de verdad hasta que Moha vio la roja tras dos amarillas en un minuto. Poco después, Borja, en colaboración con un defensa del Andorra, recortó distancias. El Hércules terminó colgado del área del rival y viendo cómo le anulaban dos goles por fuera de juego. Jona fue víctima de uno de ellos. La reacción llegó tarde.