Larrazabal y el incisivo Ganea adornan el triangular de Lasesarre
El gol de Gaizka ante el Alavés y el empuje de Cristian como lateral izquierdo ante el Barakaldo alimentaron la cita fabril en cuanto al Athletic.
El gol de Gaizka Larrazabal ante el Alavés y el empuje de Cristian Ganea como lateral izquierdo ante el Barakaldo alimentaron el triangular de Lasesarre en cuanto al Athletic se refiere. Ante el Alavés, Herrerín bajo palos (en su día estuvo cedido en el Barakaldo de Rocky Liceranzu), Yeray en su pueblo, con Núñez como su pareja de baile ya que Iñigo Martínez se encuentra con la selección española, De Marcos y Balenziaga, dos clásicos en los laterales, Unai López y Vesga al mando, Larra y Córdoba de extremos, y Aduriz arriba. Un once bastante previsible en la primera cita del Triangular de Lasesarre.
Sin Borja Sainz (con la Sub-19), y Lucas Pérez y Joselu arriba como hombres más significativos, sólo se registró un disparo de Wakaso, un fogonazo de Larrazabal, hasta que marcó a los 28 minutos con pase atrás de De Marcos y un tiro desde la izquierda de Córdoba. Pero poca tensión en un bolo triple en Barakaldo, más motivado por financiar en parte la deuda contraída por el Barakaldo con la Seguridad Social que para sacar conclusiones. Un ambiente, sin embargo, desangelado en la tarde-noche fabril pese a que el día fue soleado. 1-0 en el luminoso.
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Ya ante el Barakaldo, en el segundo ensayo, Ganea y Villalibre gozaron de los 45 minutos de rigor que duraba cada envite, junto a Lekue o Kodro. Precisamente un pase en profundidad del lateral de origen rumano al Búfalo de Gernika abría las hostilidades en una conexión imposible de ver en LaLiga. El arquero lucense cedido en el Baraka, Cacharrón, casi se avería en una salida en su área de influencia y después abortó un lanzamiento de Villalibre. En el otro extremo del campo, Herrerín se permitió un regate a Olaizola que levantó la admiración de la grada, que lo calcó en el tramo final. También Lekue se marcó una jugada de mérito en una internada hasta la cocina. Ganea, que a veces recuerda a Koikili, lo intentó desde la frontal, aunque con la derecha, su pierna mala.
Repitió de nuevo, por empuje, Ganea con un zapatazo potente y Kodro casi marca si no llega a ser porque impactó con la cabeza de Villalibre. El Barakaldo parecía noqueado. Otra vez Ganea, muy activo, centró con calidad para que Kenan rematase de cabeza muy escorado. Y Villalibre, también de testarazo, quería demostrar su valía en otro remate impulsándose desde el maltrecho césped de Lasesarre. 0-0 final y el Athletic campeón.