Psicosis total en el vestuario blaugrana por los robos a domicilios
Hasta siete jugadores han sido víctimas de atracos en sus casas en el último año; los ladrones aprovechan que están jugando para asaltar el domicilio. El último susto se lo llevó Busquets.
En el seno del vestuario blaugrana hace ya unas semanas se ha instalado una auténtica psicosis por culpa de la oleada de atracos que han sufrido varios jugadores en sus domicilios aprovechando que están fuera de casa jugando un partido. En total ya son siete los jugadores que se han visto afectados por un allanamiento de morada y posterior robo en sus casas, con el agravante incluido que en más de una ocasión había familiares en las casas.
El caso más extremo lo sufrió el brasileño Arthur, que mientras estaba jugando el partido de semifinales de la Champions ante el Liverpool en el Camp Nou, su hermano era amenazado con un destornillador por unos ladrones que se llevaron el botín de la caja fuerte. Otros como Jordi Alba decidieron cambiar de domicilio tras sufrir un intento de robo, con la mala suerte que alquiló la casa a Prince Boateng, y a los pocos días fue el delantero quien veía como unos cacos le habían desvalijado el domicilio y se habían llevado la caja fuerte donde tenía objetos por valor de 300.000 euros.
Otros que también han visto como los ‘cacos’ metían el miedo en el cuerpo a sus familiares son Gerard Piqué y Luis Suárez, en ambos casos asaltados por bandas especializadas de los países del Este. A Coutinho el mismo día que la grúa se le llevaba su coche por estar mal estacionado en la Sagrada Familia le entraron los amigos de lo ajeno.
El último de la lista hasta ahora fue el central francés Samuel Umtiti, que mientras estaba en el Camp Nou viendo a sus compañeros jugar el partido contra el Valencia, los ladrones vaciaban su caja fuerte.
En el club han intentado minimizar los riesgos a sufrir este tipo de incidentes, recomendando a los jugadores que no cuelguen fotos en las redes sociales de sus casas y que intenten ser lo más discretos posibles. Asimismo, el jefe de seguridad del club, Rafa Soldado, ha dado una serie de normas para evitar ponérselo más fácil a los amigos de lo ajeno, aunque evidentemente cualquiera puede saber cuándo estarán fuera de casa con sólo mirar el calendario de partidos del equipo.
De hecho, estas dos semanas tienen un componente especial de peligro ya que una hornada importante de jugadores está fuera de Barcelona por sus compromisos internacionales. Entre ellos, Sergio Busquets, quien sufrió hace pocas semanas un incidente que afortunadamente acabó siendo sólo un susto.
Por lo visto estaba la mujer de Busquets con su hijo en su domicilio, situado en una urbanización cerca de Sitges, cuando empezó a escuchar ruidos muy extraños que provenían del piso de arriba. Evidentemente se alarmó ante la insistencia de estos ruidos extraños y llamó a seguridad del club para expresarle su preocupación. Rápidamente se personaron dos dotaciones de Mossos d’Esquadra, que tras comprobar que no había ningún extraño en el domicilio, decidieron dar parte y regresar a comisaría. Resulta que el fuerte viento que asoló Catalunya esos días fue el responsable de esos “ruidos extraños” que hicieron creer a la mujer de Busquets que habían entrado ladrones en casa. Afortunadamente, al final todo quedó en una falsa alarma, pero refleja claramente la psicosis absoluta que se ha instalado en el vestuario blaugrana.