Busquets, viaje a un nuevo rol
Ya ha sido suplente en tres partidos y fue sustituido en los dos de Champions. Valverde quiere que siga siendo importante en el equipo, pero ya no es indiscutible.
A sus 31 años, Sergio Busquets viaja hacia un nuevo rol en el Barça. Lo confirman sus números de este primer quinto de temporada. El centrocampista crecido en Badia del Vallés ha sido suplente en tres de los primeros ocho partidos de Liga (Bilbao, Granada y Sevilla) y fue sustituido en los dos partidos de Champions (Borussia Dortmund e Inter). Sigue siendo importante. No es indiscutible. Por hacer una comparativa rápida con el año pasado, Busquets jugó todos los minutos de la Champions excepto 45' del partido ante el Tottenham en el que el Barça ya estaba clasificado. Este año ya ha sido reemplazado en los dos choques.
Uno de los grandes cambios que Valverde ha implementado en el Barça 2019-20 está en el centro del campo. Donde en sus dos primeros años han estado Rakitic y Busquets, absolutamente intocables, este curso están De Jong y Arthur. Los 31 años del croata y el español contra los 22 años del holandés y el 23 del brasileño. Valverde se ha decidido a darle frescura, piernas y ritmo a un centro del campo segurísimo y burocrático los dos últimos años. Es una apuesta. De Jong ha sido intocable desde el primer día y Arthur, desde que ha estado en un buen tono físico. Los demás medios han ido completando el equipo. Vidal, Sergi Roberto, Aleñá (sólo en el primer partido) o Rakitic.
Busquets es quien más ha jugado con Arthur y De Jong, pero ya no es indiscutible. Valverde ha utilizado al holandés en la posición de pivote para aprovechar su capacidad de romper líneas cuando la presión es alta. Ese cambio de ritmo de De Jong le ha permitido ser nombrado mejor centrocampista del mundo y cuando mejor lo puede enseñar es cuando al Barça le asfixian equipos como el Sevilla con presión alta. En ese escenario, Busquets sufre más en los últimos tiempos y va perdiendo sitio. Valverde también le ha sustituido en partidos de Champions cuando ha sentido que el ritmo superaba al jugador (Dortmund) o cuando tenía que agitar la coctelera como en el partido ante el Inter.
El conocimiento del juego de Busquets sigue siendo, sin embargo, insuperable. Contra el Sevilla ordenó a un equipo que pese al resultado sufría. Supo ponerle la pausa a un partido loco. El Barça se plantó mucho mejor la última media hora. Estuvo sereno y cerró con calidad el partido. Tal vez hacia ese rol está transitando Busquets. El papel de metrónomo de calidad, un sabio en el campo. Queda claro que su caso no es el mismo que el de Rakitic y que Valverde lo sigue considerando imprescindible en la plantilla. El asunto es cómo puede convivir Busquets a esta condición de jugador indispensable en la configuración de la plantilla pero no imprescindible en el once. Intocable desde que en la temporada 2009-10 fue adelantando por la izquierda a Yaya Touré, el triángulo que formó con Xavi e Iniesta es historia en el Barça. Sus últimos años con Rakitic al lado también han sido brillantes. Aunque todavía no está revelada al completo, la fotografía del Busquets de la temporada 2019-20 habla de un capitán con responsabilidades nuevas. Será interesante ver cómo las interioriza y se reinventa para seguir siendo uno de los líderes del Barça cuando le toque jugar y ser un buen titular, pero también un buen suplente.