La Fiore de Ribery y Chiesa agranda la crisis del Milán
La Viola, con grandes actuaciones del italiano y del francés, ganó 3-1 en San Siro ante unos rossoneri que han perdido cuatro de los primeros seis encuentros. Giampaolo ya está en la cuerda floja.
Seis jornadas, seis puntos y cuatro derrotas: definir desastroso el arranque de temporada del Milán no es excesivo y aún menos tras el 3-1 que la Fiorentina le endosó a los rossoneri en San Siro. Una crisis que empeora semana tras semana y que pone en la cuerda floja al técnico Giampaolo, hasta ahora incapaz de darle una identidad y un juego a su grupo.
La Viola puso el partido cuesta abajo tras menos de un cuarto de hora gracias a una gran jugada de Ribery y a Chiesa, que forzó un penalti realizado por Pulgar. Apenas hubo reacción de los locales, que en el comienzo de la reanudación empeoraron su situación por una falta de Musacchio sobre el mismo Ribery: la tarjeta amarilla que vio el defensa se transformó en roja tras la intervención del VAR.
Poco después, Donnarumma le entregó a Castrovilli un centro de Chiesa, y el joven mediocampista pareció haber sentenciado con el 0-2 un enfrentamiento que, no obstante, aún tenía emociones por regalar. El guardameta se reivindicó neutralizando un penalti al imparable Chiesa, pero no pudo hacer nada en el 80’ sobre Ribery, que se deshizo de Duarte y Calabria y fulminó al portero. El francés luego fue sustituido y fue ovacionado también por los hinchas rivales.
La única alegría de la noche milanista la regaló Rafael Leao, que marcó el gol del honor con una espectacular jugada personal cuando el público de San Siro, enfurecido, ya había abandonado el estadio antes del tiempo. La Fiorentina celebró así su segundo triunfo consecutivo y una gran actuación, el Milán no levanta cabeza y ya hay rumores sobre la destitución de Giampaolo.