1x1 del Atlético: Un Thomas gigante y un Oblak decisivo
El ghanés cuajó el mejor partido que se le recuerda y en un derbi. Lo fue todo con balón y sin balón. El esloveno salvó los muebles con una parada genial a cabezazo de Benzema.
Oblak. Kroos le probó en el 36’ desde la media distancia, pero el esloveno atajó el disparo en dos tiempos. El alemán le exigió aún más en el 40’ y el esloveno respondió con una estirada sobresaliente llegando con su mano izquierda junto a la cepa del poste. De ahí pasó a volver a salvar los muebles en el 75’ para sacar, de nuevo agilísimo, su mano izquierda a cabezazo de Benzema. Siempre aparece.
Trippier. Profundo e incansable. Le sacó la amarilla pronto a Nacho y vio que era la ocasión. Como un resorte, rompía al espacio cada vez que Thomas recibía con ventaja en el centro y el ghanés le buscó insistentemente. La sociedad generó una ocasión inmejorable en el 44’, pero Costa no llegó por poco al centro del inglés. Por el contrario, a su espalda generó el Madrid. En el 56’ se precipitó saliendo y Nacho encontró el carril libre. Le falta adornar con buenas decisiones algunas de sus incorporaciones. Mucho volumen, pero no tanto acierto.
Savic. En el 11’ estuvo oportunísimo para sofocar una contra del Madrid con un pase peligrosísimo de Bale. Fue su tónica durante todo el partido. Seguro, sin meterse en líos y certero a la hora de despejar y de intervenir. Sigue en fase ascendente.
Giménez. Sin precipitaciones, contundente al corte y fuerte en el uno contra uno. Comandó bien la línea sin dejar que el equipo se aculara cuando el Madrid intentó estirarse. A campo abierto también maniobró con templanza.
Lodi. Contenido ante la presencia de Bale. Con poco protagonismo con balón, ni centros ni conducciones. Era su primer derbi y no quería deslices ante el galés, que parecía lo más entonado del Madrid. A la hora de partido Simeone decidió sustituirle.
Saúl. Muy activo en la presión alta durante los primeros minutos, tratando de tender trampas al Madrid como en Nueva Jersey, pero los blancos salieron casi siempre airosos. Pasó por la banda derecha antes de que Simeone le mandara al lateral izquierdo a la hora de partido, seguramente preocupado por la aceleración y la fuerza de Bale. En el 72’ la tuvo al ganarle a Ramos un córner, su remate se fue por poquísimo. Por fuera, le negó al galés la mayor cada vez que le encaró.
Koke. Se presentó bien en el partido, sacando un par de buenas contras con un buen pase de inicio. Después se echó a un lado ante la aparición de Thomas en el partido. Se limitó a equilibrar y ayudar, sobre todo a Lodi, primero, y a Trippier, después.
Thomas. Sólido, con poderío y con muchísimo criterio. Con conducciones o al primer toque. Una vez más mirando muy bien en largo a Trippier. Cada vez más seguro y haciendo progresar los ataques en vertical, pero sin comprometer al receptor. En el 30’ se marcó una jugada en el costado derecho, que terminó con un pase mortal hacia Costa al que el ariete no llegó por centímetros. Fue siempre una solución, apoyando en corto o asegurando la posesión. El mejor rojiblanco en el campo.
Vitolo. Le creó dudas al sector derecho del Madrid con conducciones desde la izquierda al centro, sólo le faltó decidir bien en ese periodo. Incisivo también después por derecha. En el descanso fue sustituido por Correa por molestias en el muslo.
João Félix. En el 4’ Ramos tuvo que tirarlo al suelo después de que le superara con un control orientado. Poco después, en el 8’, aceleró al espacio para buscar en profundidad un balón de Costa, su disparo salió muy cruzado. Algo falto de tensión, le costó encontrar posiciones cómodas para recibir entre líneas conforme avanzaban los minutos. En el 38’ lo volvió a intentar, esta vez con la derecha desde fuera del área, pero su remate se marchó desviado. El Madrid se afanó para que no se diera la vuelta cuando recibía entre líneas, con faltas si era preciso, sobre todo Varane. En el 69’ el derbi se acabó para él y vio el camino del banquillo con pitos por la decisión.
Diego Costa. Comenzó fuerte, buscando con mucha intención a João Félix en una contra que no terminó en gol por poco. Después le costó perfilarse para recibir, con varios controles que se le escaparon, incluso para provocar algún contraataque. El Atlético echaba en falta un estirón final que sirviera para hacer brillar el trabajo que realizó con la defensa blanca.
Correa. Saltó por la lesión de Vitolo y entró con buen pie en el partido. Costa le encontró en el área y remató llegando desde la segunda línea. La inercia del partido, con mucha actividad entre líneas, le convenía, pero no acertó a sorprender el Madrid.
Lemar. Se ubicó en la izquierda, con Saúl cuidándole la espalda. Poco, muy poco del francés.
Marcos Llorente. Salió para echarle una mano a Thomas. Había que cuidar la espalda del centro y Simeone volvió a hacerle entrar, como sucedió en Anoeta. Entró motivado y atento.
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