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Denis: "En la vida hay cosas más importantes que el fútbol"

El mediapunta reflexiona sobre los valores vitales tras su emotiva visita a los niños en el hospital. También repasa su trayectoria y se exige Europa.

Denis Suárez atendió a AS.
Salvador SasDIARIO AS

Comencemos por el principio, ¿Cómo llegó un niño de Salceda al Celta?

Yo jugaba en el Porriño Benjamín y me entrenaba Toni Otero, fui a un torneo con el Celta siendo alevín, al Arosa Cup, y al siguiente año, siendo alevín de segundo año fue cuando firmé por el Celta. Entré con Toni Otero, porque lo ficharon a él para entrenar al Alevín y me llamó para que fuera con él.

¿Cómo era aquel día a día?

Mi madre me traía a todos los entrenamientos y mi padre, a los partidos, porque él trabajaba durante la semana y mi madre lo hacía el fin de semana. Ella casi nunca me venía a ver a los partidos. Luego, al siguiente año ficharon a un chico de Salceda y entonces compartíamos coche. Mis padres hicieron un esfuerzo grande por traerme, pero nunca hubo dudas. Ya cuando jugaba en el Porriño mi madre dejaba gente en la peluquería, que se quedaban allí en casa, y me llevaba y me volvía a traer mientras ellos esperaban

Luego, ya adolescento, se marcha al City.

Tuvimos una reunión mis padres y yo con dos emisarios del Manchester City en Porriño, aunque ellos ya se habían reunido con mis padres y yo no lo sabía, igual que se habían reunido con gente del Barcelona y tampoco lo sabía. Yo fui el último en enterarme de todo. Luego tuve que tomar una decisión y mi primera decisión fue quedarme aquí en el primer equipo, pero el Celta no contempló esa opción, y entonces entre City o Barça yo elegí al Barça, pero luego al ver las condiciones decidimos ir a Manchester porque era un paso importante para mí, era una inversión importante para el club, que en aquel momento necesitaba dinero, y era un contrato que en aquel momento a mis padres les solucionaba la vida. Entonces no había mucho que pensar.

Dice que su primera opción era quedarse en el primer equipo, pero sólo tenía 16 años…

Sí, yo me veía capacitado ya para jugar en el primer equipo del Celta.

¿Cómo fue la vida en Inglaterra?

Al principio bien. Yo llegué allí y me fui de pretemporada con el primer equipo a Estados Unidos, debuté con el primer equipo en la primera ronda de copa con 17 años y deportivamente me iba bien. La vida fue un poco diferente, nosotros vivíamos a las afueras de Manchester porque tenían allí la ciudad deportiva y, aunque a mí el primer año se me pasó muy rápido, a mis padres les costó algo más porque no hablaban inglés y les costó aprenderlo. El segundo año se me hizo un poco largo, también porque me había lesionado, y finalmente en la pretemporada del tercer año decidí irme a Barcelona.

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Esa decisión fue fácil, imagino.

Sí, porque el Barça es un club al que le tengo admiración y además allí también estaba Eusebio, que aquí me subió al primer equipo en entrenamientos y amistosos siendo yo cadete. El Barça también me hizo un contrato de cuatro años, con uno en el filial y tres en el primer equipo, así que no había mucho que pensar.

¿Qué diferencia encontró entre las diferentes canteras?

Yo creo que la mayor diferencia entre España e Inglaterra son los equipos filiales. Allí la liga de filiales no es competitiva, mientras que aquí compiten en Segunda, Segunda B o Tercera. Creo que ese es el salto de calidad que les falta. La liga de filiales no es competitiva, al final es alargar la liga de juveniles. En España funciona mucho mejor

Y el círculo se cierra con su vuelta al Celta, ¿por qué este año?

Porque se dieron muchas circunstancias, porque vengo de casi un año entero sin jugar, en enero di el paso de salir al Arsenal cedido y no fue bien porque me lesioné a la segunda semana de llegar. El Celta es el equipo que más apostó por mí, yo no quería salir de España y dentro de las opciones que tenía el Celta apostó súper fuerte por mí. Por eso estoy aquí

Se le olvida un motivo, porque Aspas fue muy pesado...

Obvio también. Iago me insistió bastante diciéndome que viniese aquí que íbamos a hacer un equipo chulo para jugar e intentar meternos ahí arriba. A mí también me apetecía volver a casa porque sé que voy a tener muchísima participación, voy a ser un jugador importante y así se está demostrando en este inicio de LaLiga

Con usted se activó la Operación Retorno que finalizó con la llegada de Rafinha, en la que usted tuvo mucho que ver. Nos puede contar cómo se cocinó ese fichaje

Cuando vine aquí yo ya sabía que Santi Mina iba a venir, aunque es cierto que yo llegué primero. Con Rafinha yo estuve hablando todo el verano y sabía que iba a salir, así que le fui diciendo que viniera para aquí que íbamos a estar peleando por estar arriba, que el míster tenía unas ideas muy buenas en cuanto a juego y demás y que aquí iba a estar perfecto. Yo le iba insistiendo y al mismo tiempo le iba diciendo a Antonio Chaves que fuera hablando con él y al final acabó aquí

Pero hay un momento clave y es al acabar el partido contra el Sevilla, cuando usted y alguno más le bombardean a mensajes, ¿no es cierto?

El día antes del partido ya sé que Rafinha quiere venir, entonces el día del partido hablé con Iago y con Hugo, así como con Felipe y con Antonio, y les dije: ‘Oye, hablad con este porque quiere venir. Haced lo que veáis, pero le queda un año de contrato y es la oportunidad perfecta. Él no se quiere quedar allí y el Barça necesita sacar gente, así que si esperáis al último día del mercado va a ser mucho más fácil porque se van a ver en la necesidad de dar salida a los jugadores’. Entonces, a partir de ahí se empezó a mover todo, aunque yo creo que ya estaban hablando antes. Al final, por suerte, pudo acabar aquí.

¿Cómo fue el reencuentro en el campo?

Hacía tiempo que no jugaba con él, pero estuvo a un gran nivel, algo que ya había demostrado en el Barcelona en los partidos que jugó. Creo que nos puede aportar mucho y creo que los rivales pensarán que somos un equipo temible. Somos muchos nuevos y aún tenemos que acoplarnos, pero ya el otro día contra el Atlético estuvimos a un gran nivel.

Con Rafinha en el once han cambiado de sistema.

Yo creo que jugaremos de las dos formas y las dos se adaptan bien a nosotros. Hay muchas variantes y hay muchos jugadores de nivel.

Las expectativas son bastante altas.

La ambición y la exigencia es buena y el Celta, además de la ambición, tiene que tener esa exigencia, no sólo por parte de los jugadores, sino también por parte de la directiva y de la afición. Considero que los equipos grandes que pelean por estar arriba es porque tienen esa exigencia, no es algo negativo, sino positivo. Debemos tener aspiraciones altas y tenemos que intentar estar entre los siete primeros. Tenemos potencial para estar arriba y hay que exigirse eso, porque sin exigencia al final caes en la relajación. Imagínate que nos salvamos a mitad de temporada, si te relajas al final acabas en tierra de nadie. Hay gente con muchas ganas y esa tiene que ser la línea del equipo.

¿Y es una exigencia que Balaídos vuelva a disfrutar de buen fútbol?

Somos un equipo que, por los jugadores que tenemos, debemos jugar bien. A partir de ahí, el camino te llevará a ganar. Creo que la gente en los primeros partidos ha disfrutado, salvo el partido del Granada que no se puede calibrar. Creo que la gente está enganchada, pero aún tenemos que enganchar más a la gente y que haya una entrada alta durante toda la temporada

Le prometió a Rodrigo Fáez ir de rodillas de Balaídos a su casa si ganan un título. Espero que viva cerca…

No vivo en Salceda, vivo en Vigo (risas). Todo sea por ganar un título.

¿La Copa es el camino más corto?

Creo que podemos hacer una temporada muy ilusionante en la Copa. Puede ser el camino más corto, pero en los últimos años los equipos ya no tiran la Copa. Yo he estado en Barcelona y sé lo que valoran allí la Copa, donde pude ganarla dos veces. Si el Barça no tira la Copa, que es el mejor equipo del mundo, no la va a tirar nadie. Este año es más ilusionante porque es a partido único.

El otro día protagonizó una emotiva visita a los niños en el hospital. ¿Es ahí cuando uno se topa con la realidad?

Está claro, hay cosas mucho más importantes en la vida que el fútbol. Yo me voy ahora de aquí a mi casa y tengo otra vida totalmente diferente y quizás más importante, sin restarle importancia al fútbol. Al final es un deporte en el que compites y es tu vida, pero no lo es todo. En este caso, lo de ir a visitar a los niños ya lo hice en Barcelona con el club y aquí creo que debemos seguir en esta línea y repetir estas acciones porque son súper importantes.

Supongo que será duro.

Obvio. Había chicos con cáncer y había un chico con leucemia, que son casos que te pueden tocar a ti. Cuando tú salgas de aquí, seguro que fuera tienes una vida mucho más importante que la que desempeñas en tu trabajo como periodista. Eso mismo pasa en absolutamente todo. Evidentemente, somos futbolistas y la gente te idolatra y demás, pero no quita de ser un trabajo.