Al paro por cometer penalti
El América de Quito rescindió a Onofre Mejía después de cometer dos penaltis raros en el mismo partido. Su equipo se juega el descenso y le quedan apenas cuatro partidos.
Onofre Mejía ya es exjugador del América de Quito. El club de la capital ecuatoriana se juega el descenso en estas últimas jornadas de Liga y el último partido contra Emelec levantó sospechas por dos penaltis cometidos por Mejía que le valieron la victoria a los visitantes y el despido al propio Onofre, que los causó.
El primero fue una patada a la altura de la rodilla sobre Carabali cuando se llegaba al minuto 22 de partido. Pernía no fallaría y adelantaba a Emelec desde el punto de penalti. Medina empataría para el América en el añadido de la primera parte pero Mejía, de nuevo en el 76, engancharía las piernas de Rojas mientras este salía del área en una acción rara que acabaría con el colegiado señalando su segundo penalti pero, otra vez, sin amonestación.
El entrenador, Luis Espinel, retiraría a Mejía pocos minutos después por Valencia Angulo. Cuando acabó, intentó explicar lo sucedido ante los medios allí presentes. "El primero es un penal infantil. No entiendo que un jugador de esa edad haga ese penal. El segundo, lo hace sobre un jugador de espaldas a la portería que no tenían ningún peligro para llegar al arco y le derriba de esa forma. Así sucede en el fútbol no solo aquí, en todo el mundo", argumentaba el entrenador que luego aseguró a los medios que quedaba Mejía quedaba apartado del grupo. "A Mejía le dí la confianza de ser capitán y así me paga. No lo quiero ni cerca de mis jugadores", sentenció.
Estos dos penaltis le han costado a Mejía su contrato con el América de Quito y también, una mancha en el currículum. "La decisión se ha tomado con el afán de evitar cualquier tipo de especulación que disminuya la concentración de nuestro plantel cuyo principal objetivo es luchar hasta el final y con todos sus medios por mantener la categoría", explica el club en un comunicado compartido por sus redes sociales y firmado por su directiva.
Onofre Mejía dio su versión en los medios de comunicación y trató de defenderse ante las acusaciones de haberse vendido que llegan desde el cebollita. "El entrenador me dijo que era un vendido, yo reaccioné y tuvimos un roce fuerte en el vestuario. Yo dejo todo en las manos de la justicia divina, no soy un vendido y no recibí plata de nadie", aseguró en CRE Satelital.
Su compañero Nicolas Dávila alimentó la polémica en redes subiendo una foto de una manzana podrida en mitad de una caja con el resto de frutas en perfecto estado poco después del partido y en clara alusión a lo sucedido con Mejía. Este, aseguró, espera su llamada y una disculpa por parte de Dávila.
Una situación complicada
El América de Quito es decimoquinto con 16 puntos y está a cuatro de la salvación, que marca el Técnico Universitario, con 20 puntos. El club de Quito tiene cuatro partidos para lograr la salvación: frente a El Nacional (29 de septiembre), ante Fuerza Amarilla el 20 de octubre, el penlúltimo en casa de Delfín el 27 de este mismo mes y acabará la Liga Pro el 3 de noviembre ante el Universidad Católica. Todos sin Mejía que ya no vestirá más la camiseta verdolaga.