1x1 del Celta: Rubén hizo de Oblak en el Metropolitano
El portero del Celta metió varias manos de mucho mérito. Buen debut de Rafinha. Mina fue el mejor ejemplo del compromiso defensivo de los de Escribá.
Rubén Blanco: Impecable. Muy exigido, realizando cinco paradas y dos despejes. Transmitió en todo momento seguridad.
Hugo Mallo: Con tablas. Se le acumuló el trabajo por su banda con las constantes incorporaciones de Lodi. Mantuvo la compostura. Acabó el partido al límite físicamente.
Aidoo: Firme. El ghanés exhibió su potencia. Un cabezazo de Diego Costa le hizo caer desplomado en la recta final del partido. Nada más pitar el árbitro, volvió a quedar inmóvil en el suelo.
Araujo: Contundente. Su tándem con Aidoo anuló a Diego Costa. No se complicó con el balón.
Olaza: Sobrio. Se centró en cerrar su banda amenazado por Trippier. Apenas se proyectó en ataque, su punto fuerte.
Okay: Trabajo sucio. Se estrenó esta temporada aportando su corpulencia en el pivote. Escribá lo sustituyó a la hora de juego.
Lobotka: Partido muy completo. Trabajó a destajo en la recuperación y dio criterio a la circulación del balón. Incansable, confirmando que físicamente está mucho mejor que la pasada temporada.
Rafinha: Notable debut. Durante la primera parte fue la brújula celeste, dejando patente su calidad. Escribá lo situó jugando de interior. Sufrió muscularmente en los últimos minutos.
Santi Mina: Sacrificado. Actuó en la banda derecha intentando taponar a Lodi. En ataque apareció más después del descanso, dejando un pase de fantasía para Brais Méndez.
Denis Suárez: Poco protagonismo. Jugando en la izquierda le tocó estar pendiente de Trippier. Siempre regala detalles de su clase, en esta ocasión una ‘croqueta’.
Iago Aspas: Sin brillo. Le tocó la odisea de pelear en solitario con los centrales del Atlético. Se asoció bien cuando bajó a tocar a la medular. No tuvo oportunidades de poner a prueba a Oblak.
Pape Cheikh (entró por Okay): Despliegue físico. El Celta ya no tenía el balón cuando Escribá apostó por el canterano. Intentó frenar como pudo a los atacantes colchoneros.
Brais Méndez (relevó a Denis): Tuvo en sus pies la mejor ocasión del Celta, pero se topó con Oblak. Damnificado por la entrada de Rafinha en el once titular. Saltó al césped del Metropolitano para intentar cortar la sangría que estaba provocando Lodi.
Pione Sisto (sustituyó a Aspas): Sin tiempo. Nada más entrar le cogió a contrapié un centro que recibió libre de marca dentro del área y no supo cómo definir. Solo tocó el balón dos veces más