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VILLARREAL - REAL VALLADOLID

Sandro busca el gol ante un Villarreal de porcelana

Enes Ünal se queda en casa por la cláusula del miedo (13:00, Mov. LaLiga). Sergio dará algún retoque al once pucelano.

Sandro Ramírez regresa al once. Su obsesión pasa por convertir las buenas sensaciones en mejores números de cara a portería.
Sandro Ramírez regresa al once. Su obsesión pasa por convertir las buenas sensaciones en mejores números de cara a portería.
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El Villarreal-Valladolid de la temporada pasada (0-1) aún no se ha olvidado del todo. Entonces, hace poco más de un año, el Submarino se plantó en la cita exultante, tras un 0-3 en San Mamés similar al logrado hace siete días en Leganés. El palo fue mayúsculo y a partir de ese tropiezo inició una cuesta abajo de la que ahora está empezando a salir. De ahí que haya tanto miedo en el Mediterráneo esta semana. Los supersticiosos son así.

Pero de aquella derrota Roig rescató otra moraleja que ahora sigue teniendo sus consecuencias: no había que levantar la mano con las impopulares cláusulas del miedo. Aquel doloroso 0-1 fue obra de Leo Suárez, cedido por el Villarreal en Pucela y repescado ahora, curiosamente, para dejarlo en la grada. Así, la decisión impedirá a Enes Ünal jugar ante sus ex, por lo que Sandro, delantero que acumula 666 días sin gol en partido oficial, le sustituirá. Una de esas carambolas que las carga el diablo: el canario ya marcó con el Barcelona en este estadio...

El Valladolid reaparece con sus dudas. El buen arranque de Liga se vio empañado ante Osasuna. Sergio ha tenido que dar un toque de atención y su lista contiene algún que otro mensaje subliminal. Nacho, fijo en el lateral, se ha quedado en casa. Barba será su recambio. El técnico jamás ha perdido contra el Villarreal. Y es más, ha ganado en sus dos visitas a La Cerámica. El buen gusto sigue siendo su mejor arma, aunque reconoce abiertamente que el equipo se siente más cómodo siendo dominado y saliendo a la contra. Por eso insistirá con Óscar Plano pese a que no está como estaba.

El Villarreal, por su parte, es uno en casa (inseguro) y otro fuera (contundente). Lleva seis partidos seguidos sin ganar ante su gente, sólo lo hizo en seis de los últimos 21 y, pese a que ha marcado en los últimos 17 encuentros, apenas lo rentabiliza. Atrás, salvo en Butarque, donde Pau dio un paso al frente, deja dudas. Empezando por la portería. Comenzó jugando Andrés y ahora ha vuelto Asenjo, un viejo conocido para la afición del Valladolid.

Gerard es la gran esperanza. Salisu tiene un hueso enfrente, ya que el delantero quiere volver a estar en las quinielas de la Selección. De momento es el pichichi. Sin embargo, el que ha dado consistencia de verdad es Anguissa. El mediocentro, un todoterreno, es el pilar sobre el que Calleja quiere que La Cerámica deje de ser de porcelana.