La fe de Escassi empata un partido frenético ante el Depor
El Numancia se adelantó con un gol de Escassi. El Deportivo llegó a ponerse 3-1 con goles de Mollejo, Aketxe y Koné. En el 88' recortó Derik y Escassi puso la guinda en 93'.
El fútbol tiene muchas caras y en Riazor se vieron casi todas. Una primera parte de cine del Numancia con el héroe Escassi de matador. Un Depor desaparecido que en el segundo tiempo, enganchado a la zurda de Aketxe, logró ponerse 3-1. Con todo casi hecho, aunque con poco fútbol, los coruñeses acabaron con cara de tontos con un gol en el 88' de Derik y otro de Escassi en el 93' que empataba el duelo. Un partido perdido, un partido ganado y al final un partido empatado. Seguramente es lo justo, pero la imagen y fragilidad del Deportivo dejan al equipo tocado, casi hundido y con 13 goles encajados en seis partidos. Todo lo contrario para un Numancia que tuvo fútbol, fe y suma cuatro partidos sin perder.
Todo en una jornada en la que Anquela movió otra vez piezas en busca de soluciones. Si en El Molinón salió con tres medios, la apuesta frente al Numancia fue apostar por dos delanteros de inicio por primera vez: Christian Santos y Koné, aunque este escorado a la izquierda. Pero lo que se vio fue un Numancia mandón, descarado y fluido consciente de las dudas y miedos locales. Y el premio para los sorianos, merecido, llegó a los 13 minutos, en el que el talismán Escassi se aprovechó de una nueva pájara de la defensa local en un córner. Segunda jornada del malagueño marcado, sexto partido consecutivo de los blanquiazules encajando.
Como es lógico, los nervios se apoderaron de Riazor, y con razón, porque con media hora de partido su equipo era incapaz de hilvanar dos pases, Barrio vivía plácido y los de Carrión asustaban desde la posesión y el robo ante un Depor que perseguía sombras. Todo un baño de los sorianos ante un rival impotente, precipitado, desorganizado, miedoso, sin plan y sin ideas. Y pudo ser peor porque Higinio tuvo el segundo después de que Moha entrase en el área coruñesa como si de un entrenamiento rutinario se tratase.
Lo único positivo para el Depor, y ya es decir, es que comenzaba la segunda parte con un solo gol de desventaja tras una primera mitad de película de terror. Y desde el lugar del primer pecado, un córner, la fe de Mollejo encontró el empate el 49'. Y sólo con eso, el partido cambió en un suspiro. Del miedo a la confianza, y si hablamos de confianza, digamos Ager Aketxe. Falta a casi a 30 metros para el vasco, para el francotirador más letal de segunda. Zapatazo, bote buscado, error de Barrio y… 2-1 en cinco minutos. Cuatro goles esta temporada, que casi fueron cinco con otra falta al palo, del pequeño gran hombre: Aketxe.
La remontada local, que nació casi de la nada, dejó un nuevo partido de 35 minutos por delante. En él ya no apareció el Numancia arrollador ni el tembloroso Deportivo, se perfiló un partido igualado, con muchas imprecisiones y desordenado por momentos. Todo igualado hasta que apareció una mano en el área soriana de Derik. Un rebote, cero intención, pero con la nueva norma… Turno para Koné y tercer tanto, pero de paz, nada. Derik, sumado al ataque, firmó el 3-2 a dos minutos de final para volver a poner los pelos de punta a un Depor que acabó con diez por expulsión de Koné. Y había motivos porque Escassi, el imperial Escassi, empató el partido en el 93' para cerrar una noche loca.