El cariño 'goleó' a las críticas

El fútbol, tan caprichoso, sentencia a Planagumà justo un año después de firmar una de las mejores rachas históricas del Hércules en un inicio de curso. Cuatro victorias seguidas desataron la locura y la euforia. Pusieron la semilla de lo que se vivió en junio en Alicante. Al final, terminó en tragedia. Pero Planagumà puede marcharse con la cabeza alta. Recuerdo muy pocos entrenadores que hayan sido capaces de dejar un legado como el del catalán. Llegó con ilusión y levantó la moral de un club deprimido. Y lo hizo a base de trabajo, sacrificio y profesionalidad. Cambió el club con miles de detalles, tangibles e intangibles.

Ahora le toca decir adiós tras un pésimo inicio. Los resultados le han sentenciado. Su relación con Portillo, también. Pero Planagumà se marcha con el reconocimiento de una afición exigente. El catalán recibió ayer muchas muestras de cariño y agradecimiento. El ‘pueblo’ se manifestó a través de las redes y los aplausos ganaron por goleada a los pitos. Así se han ido muy pocos del Hércules en los últimos años. La pena es que él tenía el sueño de ascender en Alicante, pero cometió un error: aceptar el reto de entrar en un proyecto que ya nacía viciado. Ahora, se marcha como un señor y quién sabe si algún día se cruza con el Hércules de nuevo.