NÁPOLES 2-SAMPDORIA 0
Llorente se estrena con asistencia en el triunfo del Nápoles
Los sureños batieron 2-0 al Sampdoria gracias a un doblete de Mertens. El riojano disputó la última media hora y le cedió al belga un gran balón para sentenciar.
El Nápoles olvidó la derrota ante la Juventus (que ahora solo tiene un punto de ventaja) batiendo 2-0 al Sampdoria en su primer partido del curso como local. Ancelotti le dio descanso a varios titulares pensando en la cita de Champions con el Liverpool (Manolas, Ghoulam, Allan, Insigne), y salió de inicio con una inédita pareja ofensiva, Mertens-Lozano. Fabián, por su parte, volvió a ocupar su sitio en el mediocampo y Callejón siguió intocable en la derecha: ambos hicieron un partidazo.
Los azzurri dominaron el enfrentamiento desde el principio: tras un susto en un córner con un gran reflejo de Meret ante Ferrari, en el 13’ lograron el 1-0 a firma de Dries Mertens, que empujó entre palos un centro raso de Di Lorenzo. El Chucky Lozano, titular por primera vez, se movió bien y estuvo a centímetros del 2-0 con un preciso remate desde fuera del área; poco después, el mismo Mertens golpeó el larguero con una rosca, aprovechando un balón recuperado por Koulibaly.
Los de Di Francesco, con 0 puntos y 9 goles encajados en las primeras dos jornadas, se defendían con un prudente 5-3-2, aunque con un par de contragolpes también asustaron a un San Paolo que mostró su nueva y bonita cara tras las obras del verano (y los vestuarios, a pesar de las polémicas de esta semana, estaban listos).
El Nápoles salió a rematar la faena en la segunda parte y lo consiguió con la llegada de Fernando Llorente. El riojano, a los cinco minutos de estrenarse, recibió un balón en el área, atrajo hacia si a Audero y centró para Dries Mertens, cuyo disparo golpeó al defensa Ferrari antes de inflar la red. Quedaban veinte minutos y los partenopei los gestionaron sin sobresaltos, dándole minutos a Insigne que estuvo cerca del gol y pareció haber superado las molestias que le dejaron fuera de la Nazionale durante el parón. Ancelotti puede estar satisfecho: ahora, le toca pensar en el Liverpool.