Congo: "Sólo entrenar con el Real Madrid fue más que un regalo"
El colombiano jugó tanto en el Real Madrid como en el Levante. Pide confianza en su compatriota James: "Sé que éste va a ser su año".
¿Cómo le va la vida?
Fenomenal. Agradecido con la vida porque uno siempre tiene la oportunidad de reinventarse y El Chiringuito ha sido una de las cosas importantes en mi vida, me ha dado la oportunidad de volver a conectar con todo lo del fútbol, de volver a sentirme parte de una familia útil y de hacer lo que más me gusta, que es comentar el fútbol.
Porque usted había vuelto a Colombia, ¿cierto?
Sí, estaba en Colombia, con mis historias, hago mucho de intermediario para intentar ayudar a traer jugadores de Colombia para acá, a Dios gracias estamos empezando un proceso que es muy gratificante. Además de ayudar a las personas, estamos en ese proceso de generarles crecer como personas y como profesionales, afortunadamente llevamos ya tres-cuatro años con esa labor. Es un poco complejo, pero poco a poco va dando frutos.
¿Y cómo recuerda su llegada al Madrid?
Cada uno tiene la posibilidad de tocar el cielo en un momento determinado y yo lo toqué con el Real Madrid, Dios me tocó. En mi país jugué tres años a un nivel impresionante, jugaba y estudiaba (odontología) y eso me dio la capacidad para tener la mentalidad necesaria al llegar al club más grande de todos y sobre todo para poder soportar la presión que había en aquella época, que fue prácticamente la de los Galácticos. Es algo muy bonito, me cambió la vida, en cuatro años pasé de estar jugando en el Once Caldas, luego en la selección y luego en el Real Madrid. Volvería a tomar el mismo camino, fue muy lindo y no todo el mundo tiene esa opción y esa capacidad.
Aunque usted no llegó a debutar oficialmente…
Muchos dicen lo de que no se jugó, pero el club es muy especial, tenía jugadores bastante importantes en ese momento: Raúl, Morientes, Etoo… Él y yo éramos suplentes. Y poco a poco ese nivel fue aumentando todavía más, llegaron además jugadores como Tote, Aganzo, Meca… Era un grupo en el que era muy difícil ser importante por la capacidad que tiene el club, por esa grandeza. La gente piensa que el Madrid es sencillo para llegar y triunfar, pero es un club muy complejo en el que te tienen que salir bien muchas cosas, sólo el hecho de ir a entrenar allí es más que un regalo.
Conoce la historia del aficionado que mandó un vídeo suyo al club con dos golazos a River Plate y pidió que le fichasen, ¿cierto?
Claro, pero eso fue lo que salió a la luz pública. Pero la realidad es que el Madrid ya me venía siguiendo, Miguel Ángel Portugal vino a Colombia a verme e hizo informes sobre mí. El Madrid nunca firma a alguien por un simple ‘boom’, necesita un seguimiento y ver cómo era mi vida, que estaba estudiando, el excelente momento de juego en que estaba… Pero sí, un muchacho me vio en Copa Libertadores (4-1 del Once Caldas a River) y vio mis dos goles, y mandó el vídeo porque pensaba que necesitábamos un goleador de ese tipo. Yo ya tenía varias cosas apalabradas, la Juventus también me quería por entonces, pero el Madrid se adelantó y me compró. Pero fíjese, el mismo año que yo llegó Anelka, un tipo que había hecho 60 goles en Europa. Pues uno como yo, que había hecho 30 y pico en Sudamérica, no tiene peso…
Vinieron varias cesiones consecutivas.
El primer año me voy a Valladolid, fue una muy buena etapa, estuve con Gregorio Manzano, con Harold Lozano, con Eusebio, con Víctor… Rodrigo Fabri, también jugador del Madrid, se vino conmigo para allá y fue bastante agradable, un año de crecimiento y de adaptarme a Europa. Luego fui a Vitoria de Guimaraes y a Toulouse porque en el Madrid había muchos jugadores que no iban a permitirme seguir con mi crecimiento deportivo. Y cuando acabé ese periplo ya me vi preparado para luchar y aguantar un año en el Madrid, y ganamos la Novena en Glasgow. Ahí aprendí lo que cuesta ganar, lo que hace falta, el trabajo, la mentalidad… Todo eso me vino muy bien para la etapa que vino después, que fue muy bonita, en el Levante.
¿Cómo era su relación con Del Bosque?
Muy buena, pero con él y con todos porque sabían de la entrega que yo ponía. Yo tenía que aprender cosas del club, muchas, llevar el escudo del Madrid no es fácil, implica mucho sacrificio. Gracias a Dios, esa etapa hace que a mí hoy en el Madrid me respeten, creo que trabajé muy bien ese año, pero por desgracia Del Bosque no pudo darme minutos. Pero mi objetivo era estar entre los grandes y gracias a Dios, ahí estuve. Disfruté y aprendí muchísimo de todos los que estaban ahí.
Sí ha podido jugar años después con los veteranos. De hecho debutó en un Clásico en Panamá marcando el gol de la victoria…
Sí, me llamaron y me contaron cómo funciona la asociación de veteranos, el servicio y la ayuda que presta, y por suerte pudimos jugar y marcar. Lo mejor de estas cosas es reencontrarnos, todos los que hemos pasado por el club y hemos pasado tantas cosas. Es algo que te hace estar vivos.
¿Y cómo ve al Madrid este curso?
Bien, es una etapa de reafirmarse, de volver a confirmar las credenciales del equipo, con algunos jugadores nuevos. Tiene que evidenciar que todo lo que hizo anteriormente y la apuesta que se ha hecho por la gente que ha firmado un ciclo muy bonito tiene que ser grande. Esperemos que los que llegan aporten esa hambre y esa frescura necesaria para llegar a los títulos, que es lo que necesitamos. La afición está necesitaba de buen juego, de espectáculo y de ilusión, de cosas que les levanten de la butaca.
¿Los refuerzos son suficientes?
Hay jugadores para ilusionar, ahí están Brahim, Vinicius, Rodrygo, Hazard, Mendy… Son jugadores que en un momento determinado pueden dar chispa, que es lo que ahora hace falta. Y sobre todo, el regreso de James. Es bastante positivo para el club, para él y para los colombianos. Su momento deportivo es excepcional y sé que éste va a ser su año, ha madurado como persona y como deportista, y físicamente está al 100%. Soy optimista, sé que las cosas al comienzo irán lentas, pero cuando el equipo se consolide sé que irá bien y esperemos que este año sea mejor que el anterior y que ganemos algo.
Hay sensación en la afición de que falta algo…
¿Pero a quién traes mejor que Bale, que James, que Isco, que Modric…? Es muy difícil, al Madrid no le venden jugadores buenos, bonitos y baratos. Hay jugadores de calidad a los que todavía se les puede exprimir, son lo mejor de Europa, hay que canalizarlos porque todavía tienen posibilidades de ser los mejores.
Se fichó a Jovic, pero la sensación es que sigue faltando gol.
No, pero es que no puede plantearse como que hay que suplir a Cristiano. Eso es ilógico, no lo vas a suplir en la vida. Los que lleguen deberán evidenciar que pueden aportar cosas, sobre todo en ataque. También está Mariano además, se le puede utilizar. El juego entre Hazard, Benzema y James puede calmar esa falta de gol, que cada uno aporte lo suyo y suba sus cifras. Ninguno puede hacer los 50 goles de Cristiano, todo el mundo debe hacer su parte. Eso es lo que falló el año pasado; Benzema cumplió, pero otros no dieron el paso.
Después del Madrid, llegó usted al Levante.
Fue muy lindo. Llegué a un equipo en Segunda y la consigna era subirlo a Primera, llevaba 36 años sin hacerlo, mucho tiempo. Gracias a Dios empezamos un proyecto muy bonito, vino Mijatovic a jugar con nosotros, pero nos quedamos a sólo tres puntos de subir. Pensamos que no lo íbamos a lograr, pero llegó Manolo Preciado y se hizo un equipazo con experiencia: Rivera, Sandro, Cuéllar, Aganzo… Una plantilla espectacular, mezclada con gente joven. Trabajamos muy bien y se hizo un año excelente. Fue el primer empujón para que el Levante se estableciese en Primera como lleva ya años. Está saneado, tiene una plantilla muy equilibrada, juega muy buen fútbol, muy ofensivo, y tienen a uno de los mejores jugadores del momento en España como es Morales.
¿Qué recuerdos guarda de Preciado?
Fue una relación muy fraternal, al principio no nos queríamos ninguno de los dos, hasta que nos sentamos a hablar y la relación cambió. Tanto que cuando se fue al Sporting, yo me fui con él. Fue fenomenal, aprendí muchísimo de él, sobre todo a trabajar mucho más duro de lo que estaba capacitado en aquel momento. El Madrid es una burbuja y cuando sales de ella, se nota, no es lo mismo, te tienes que reinventar. Cuando llegó lo hizo con su gente y no me conocía, pero cuando vio mi evolución ya a partir de ahí fuimos parceros, como decimos en Colombia.
El subidón de ascender a Primera, ¿es lo más auténtico que hay?
Es incomparable, porque es muy difícil. La gente cree que es más fácil, pero cada fin de semana tienes que estar bien: se marca más cerca, se pegan más patadas… es más cruel. La calidad es menor a Primera. Y subir da esa certeza de que puedes hacer las cosas bien en las situaciones más adversas. Y nosotros subimos a dos semanas del final de Liga, hicimos un año estupendo.
También coincidió allí con Rubiales. ¿Se le veían ya maneras de dirigente?
Pues no demasiado, tampoco a Aganzo, la verdad. Pero sí tenía la intención Rubiales de estudiar algo distinto, él es abogado. Muchos jugadores no buscan una alternativa educacional, él sí lo hizo y eso le ha servido para hacerse un abanderado. Pero eso tiene el fútbol, te da la posibilidad de reinventarte y de buscar alternativas para ayudar a mucha gente. Están en dos situaciones muy bonitas y deberían compenetrarse más, uno representa a los jugadores y el otro, al fútbol en general. Les deseo lo mejor a los dos en sus labores.
Rubiales es abogado… y usted odontólogo.
¡Pero yo mucho antes! Lo hice cuando empezaba a jugar. A mí me sacaron de la universidad para jugar al fútbol. Es lo mejor que me pasó, te ayuda mucho en los procesos mentales, pasar cosas de lo simple a lo complejo y viceversa. Me dio tranquilidad y una herramienta para poder vivir.
Pues usted que sabe, díganos: ¿será el Levante un dolor de muelas para el Madrid?
Puede ser, sí. Aunque el Madrid tiene los dientes muy muy blancos. Esperemos que no haya dolores de muelas y que el Madrid haga lo que debe hacer. Aunque soy hincha de los dos equipos, esperamos que sea un muy buen partido.