Ángel Guirado, de trabajar como autobusero en Málaga a jugar la clasificación para el Mundial

Dani Cancela debutó con Hong Kong en una fase clasificatoria para el Mundial, Emilio Nsue marcó el gol de la victoria de Guinea Ecuatorial frente a Sudán del Sur e Ildefons Lima alcanzó en el Stade de France las 125 internacionalidades con Andorra. Pero si hay que destacar la actuación de uno de los muchos futbolistas españoles que juegan con otras selecciones es obligatorio hablar de Ángel Guirado (Málaga, 1984): en julio trabajaba como conductor de autobús en Málaga y esta semana fue titular en los dos partidos con los que Filipinas inició su intento de clasificación para el Mundial de Catar.

Para el inicio de esta historia hay que remontarse al verano de 2018. Ángel Guirado acabó contrato con el Negeri Sembilan malayo y, ante la falta de ofertas interesantes, decidió dar a su vida un giro de 180º. Volvió a Málaga, su ciudad natal, y siguiendo los pasos de su padre obtuvo el CAP (certificado de actitud profesional), una formación obligatoria para todos los conductores de camión o autobús que se hayan sacado el carné de vehículos pesados. “Después de toda una vida dedicándome al fútbol fue extraño. Pero hay que tener los pies en el suelo y saber que la carrera de un jugador es corta. O inviertes o trabajas en otra cosa”, cuenta Guirado a AS.

Tras conseguir el CAP comenzó a trabajar como conductor en una empresa dedicada a realizar tours turísticos por la ciudad de Málaga. “Pasé un mes y medio muy bueno allí. Había conseguido lo que quería: pasar tiempo en casa con mi familia“, desvela Guirado, padre de un niño de dos años. Pero entonces se abrió el mercado de fichajes en Tailandia y Chonburi, de la Thai Premier League, requirió de sus servicios. “Me lo tuve que pensar porque ya había conseguido acomodarme en Málaga. Pero acabé aceptando porque era una oportunidad muy buena para el futuro de mi familia”, añade el futbolista.

Ángel Guirado regresó así al fútbol profesional casi un año después de su última aventura asiática. El malagueño llegó a Chonburi tras meses sin competir, pero en su debut ya pudo dejar su sello en forma de gol. Su vuelta a la selección filipina, con la que debutó en 2011 gracias a la nacionalidad de su madre, comenzó a sonar con fuerza. Y así fue: Guirado entró en la lista de Scott Cooper para los partidos clasificatorios para el Mundial frente a Siria y Guam. “Estaba pensando en retirarme definitivamente, pero el fútbol es así. Un día estás abajo y no tienes nada y otro estás arriba y lo tienes todo”, desvela el malagueño, quien certificó su vuelta a los ‘Azkals’ con un gol y dos asistencias.

Filipinas cayó (2-5) frente a Siria, una derrota que entraba en la hoja de ruta de los de Scott Cooper –“son, junto a China, el mejor equipo de nuestro grupo”-, y se impuso (1-4) a Guam con un gol y una asistencia de Ángel Guirado. El español, que hace dos meses conducía un autobús en Málaga y hoy comanda al país de nacimiento de su madre hacia su primera Copa del Mundo, abrió el marcador de cabeza y habilitó a Reichelt para que hiciera el 0-2. “Pasar de la fase de grupos ya es muy difícil, pero vamos a luchar por ello”, sentencia Guirado.