El reto de Zidane: dar la vuelta a una plantilla asimétrica
Tiene sólo cuatro medios y nueve mediapuntas, hay tres delanteros centro... un centro del campo demasiado fino y sin Pogba...
A estas alturas el Madrid se mueve en la indefinición más absoluta. Zidane ha utilizado a 17 hombres y tres sistemas diferentes en las tres primeras jornadas de Liga en las que se ha dejado cuatro puntos de nueve posibles. Primero fue un 4-3-3 en Balaídos (1-3), luego un 4-2-3-1 ante el Valladolid en casa (1-1) y, por último, un 4-4-2 en Villarreal (2-2). La realidad es que el técnico francés ha terminado disponiendo de una plantilla asimétrica, muy flaca en el centro del campo, donde sólo hay cuatro jugadores con el cartel de mediocentro (Modric, Kroos, Casemiro y Valverde) y hasta nueve mediapuntas: Bale, Lucas Vázquez, Rodrygo, el lesionado Asensio, Hazard, Vinicius, Brahim, James e Isco.
Los acontecimientos del verano reparten las culpas de la situación entre técnico y club. “Va a haber muchos cambios”, dijo Zidane cuando habló del Madrid que quería para esta temporada, una revolución, sabiendo que cogía una plantilla en declive a pesar de que había ganado cuatro Champions en cinco años. La entidad le dio plenos poderes pero en realidad ha sido para materializar decisiones que se han terminado demostrando como erróneas. Y no ha terminado el madrid satisfaciendo al técnico en lo sustancial: en Pogba.
El Madrid accedió por consejo de Zidane, por ejemplo, a sacar de la plantilla a Ceballos, Reguilón, Vallejo, Kovacic y Marcos Llorente. Los dos últimos han dejado 75 millones en caja pero un vacío en la media que no se ha cubierto. Por el contrario, en el capítulo de llegadas, más allá de la de Hazard, que era un fichaje estratégico y que venía a buen precio (100) por estar en último año de contrato, se han gastado 198 millones en varios jugadores que no mejoran a los que se han ido y que son suplentes: Militao (50), Mendy (48), Rodrygo (40) y Jovic (60). Una estrategia equivocada, porque esos 198 millones hubieran bastado para traer a Pogba.
Por otro lado, ni siquiera ha podido concretar el club las salidas de Bale y James, que eran fuente de financiación necesaria para que Pogba hubiera llegado (tanto para pagar el fichaje como para pagar el sueldo al campeón del mundo francés). Bale, al que el propio entrenador maltrató al final de la pasada temporada relegándolo al ostracismo y que volvió a enseñarle la puerta de salida este verano cuando dijo “mejor si se va hoy”, ha terminado siendo su jugador más diferencial y titular indiscutible.
Casemiro.
Con la confección que se ha hecho de la plantilla, una lesión de Casemeiro podría ser dramática porque no tiene sustituto natural. No hay otro jugador del mismo corte en la plantilla. Kroos y Valverde son interiores (ochos), como Modric (el croata, más volante aún). Y eso son los cuatro centrocampistas que hay en plantilla. Después, Zidane tendría que echar mano de mediapuntas reconvertidos: Isco y James.
Zidane siempre ha demostrado ser un hombre de club. Sólo se le recuerda que sacara la pata del tiesto una vez, y fue cuando la entidad vendió a Morata a la Juventus. “Si se va Morata tendrá que venir otro delantero”, llegó a decir entonces… En todo este verano no ha llegado a urgir públicamente a Florentino a realizar más fichajes, ni siquiera su petición más importante, Pogba. La realidad es que el club ha terminado manejando la cortina de humo de Neymar para entorpecer el fichaje del brasileño por el Barça y tapar de paso la decepción por la no contratación de Pogba. Pero la supuesta revolución que anunció Zidane al volver al Madrid se ha quedado en una antigua realidad: nueve de los once titulares de la presentación del equipo en el Bernabéu ante el Valladolid ya estaban en el Madrid de la temporada 2014-15 con Ancelotti...
De los cuatro porteros, a Areola
Otro de los detalles que hablan de la anárquica confección de la plantilla que se ha hecho este verano es el caso de la portería. De tener overbooking en el puesto a verse obligado a fichar a otro (aunque haya venido cedido, Areola) para cubrir el puesto. Cuando acabó la pasada temporada, además de Keylor y Courtois, estaban en la plantilla Luca Zidane y Lunin, al que el Madrid contrató por 11 millones. Cuando Keylor dijo que se quedaba Luca buscó acomodo en el Racing. Luego, el Madrid cedió a Lunin al Valladolid antes de abrirle la puerta a Keylor... y tuvo que echar mano de la cesión de Areola.