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LA INTRAHISTORIA

Las doce horas en las que Santi Cazorla se sintió del Madrid

Fue el 27 de agosto de 2008, cuando al centrocampista le dio tiempo para llamar a su amigo Iker Casillas para darle la buena noticia de su fichaje.

Santi Cazorla.

Doce horas, minuto arriba, minuto abajo, fue el tiempo que Santi Cazorla se sintió jugador del Real Madrid. Fue un 27 de agosto de 2008, cuando al centrocampista le dio tiempo para llamar a su amigo Casillas para darle la buena noticia de su fichaje. La conversación la captó de manera despistada una cámara de la extinta Canal 9, en la que Santi le pedía a su amigo que le ayudara en su llegada al vestuario. "Bueno, trátame bien ahí, ¿eh?. Apóyame un poco que voy de nuevo y no tengo ni puta idea, ¿eh?", añadiendo al despedirse que "mañana ya si eso te mando un mensaje cuando esté allí, ¿vale?. Venga, gracias Iker", le comentaba al portero.

La operación, quedaba claro, estaba muy avanzada, por lo que el centrocampista asturiano ya se había despedido de sus compañeros y, apuraba las horas para viajar a Madrid esa misma tarde. Eran más o menos las 12 del mediodía, y en ese momento Cazorla ya pensaba en blanco. Tanto que al día siguiente se había filtrado que sería presentado en el Santiago Bernabéu. Pero lo que finalmente se anunció fue su renovación, con un aumento de su cláusula hasta los 20 millones.

Doce horas en las que Roig se puso a trabajar para frenar la salida de su estrella, lo que logró en una sola reunión. El presidente amarillo siempre ha asegurado que su entonces homólogo en el Real Madrid, Ramón Calderón, no hizo las cosas como debía. "No se portó como un señor (...) yo cuando quiero fichar a alguien voy de cara y directo. Si se puede hacer, bien, en caso contrario, a otra cosa", aseguraba Roig, que puso toda la carne en el asador para convencer a Cazorla de que debía quedarse.

Y lo logró, por lo que Santi decidió quedarse tras ver mejorado su contrato. Tiempo después, Cazorla justificaba en AS que aquello no se cerró "por temas puramente futbolísticos", añadiendo que "es un halago que un club como el Madrid te quiera. Es uno de los mejores del mundo, pero hay veces que las cosas no se dan como uno espera y hay que seguir tu camino", sentenciaba. Viendo su carrera en perspectiva, siempre quedará la duda de ver qué hubiera hecho Cazorla de blanco.