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ESPANYOL

Jugar en el exilio, sinónimo de final para el Espanyol

En las ediciones de 1988 y en 2007 jugó dos partidos en el exilio ante Milan y Maccabi Haifa y alcanzó las dos finales. En esta edición, ante el Zorya jugó a 400 kilómetros.

La plantilla, celebrándolo.
EFE

El Espanyol pasó a la fase de grupos de la Europa League jugando a 400 kilómetros de Luhansk, la ciudad que alberga al equipo del Zorya, inmersa desde hace ya más de cinco años en el conflicto político con Rusia, por lo que por motivos de seguridad tanto la liga doméstica como los encuentros europeos se juegan en Zaporiyia. Un partido jugado en el exilio, que no es el único del Espanyol en sus años por Europa.

De hecho, hay otros dos precentes. En la edición del curso 1987-88, los blanquiazules jugaron ante el Milan en Lecce debido a que el estadio del todopoderoso conjunto italiano estaba cerrado a causa de una sanción del UEFA. El encuentro finalizó 0-2 y allanó el camino perico a los deiciseisavos de final. En aquella ocasión, los pericos alcanzaron la final de la competición pero cayeron ante el Leverkusen en penaltis.

En la edición 2006-07 se repitió la historia. El Maccabi Haifa-Espanyol, que finalizó 0-0, se jugó en Tel Aviv por motivos de seguridad. También en aquella campaña alcanzaron la final europea.