Odegaard catapulta a la Real y reina en Mallorca
El noruego firma el único tanto del duelo tras una contra vertiginosa. Reina evitó el tanto de Oyarzabal en la primera mitad y Lumor se topó con el palo instantes antes del 1-0.
Son Moix ya no es inexpugnable. Martin Odegaard fue el verdugo de un Mallorca combativo y que cayó a la contra. El noruego ya lidera al conjunto donostiarra y desquició a los bermellones con su calidad y paciencia. Fue un duelo vistoso por momentos y en el que ninguno mereció caer. La Real firma su primer triunfo de la temporada y el Mallorca, el primer traspiés. Ocho meses después cae en casa.
El Mallorca apareció sin complejos y dispuesto, con en la pasada jornada ante el Eibar, a marcar territorio en Son Moix ya desde la primera acción. Y Lago Junior tuvo el 1-0, pero no remató con la suficiente fuerza como para sorprender a un Moyá que regresó a la que considera su casa. La idea del conjunto bermellón era no dejar pensar a la Real y agobiarle con su presión y surtió efecto en el inicio porque todas las ocasiones eran para los locales. Los de Vicente Moreno estaban cómodos con ataques eléctricos y sin recrearse en la asociación y Budimir merodeó el área. Eso sí, fue aparecer Odegaard y el conjunto donostiarra carburó. El futbolista noruego tiene un control del espacio excelente y un cambio de ritmo que le permite sortear rivales con mucha facilidad y, en el 31’, pisó el área del Mallorca, pero no estuvo acertado en la ejecución final. Sus acciones obligaron a mejorar la presión a los bermellones y cumplieron porque jugadores como Merino y Willian José apenas aparecieron.
El rigor táctico y el miedo a dejar un metro de más al rival parecían imponerse, pero entonces emergió Oyarzabal. Su calidad le permite deambular durante muchos minutos y en una sola acción matarte. Estuvo a punto de hacerlo porque en el 41’ avisó y en el 46’ obligó a lucirse a Reina. Illarra se inventó una asistencia inmejorable con un pase largo y el atacante, sin pensárselo, disparó a puerta. El meta estuvo portentoso y se ayudó del palo para evitar el 0-1.
En la segunda mitad, el ritmo fue más parsimonioso y llegar con peligro al área rival parecía un suplicio. Pero en los últimos minutos del partido todo cambió porque ambos conjuntos se lanzaron al ataque. Y en ese intercambio de golpes, la Real demostró más veneno. El palo evitó el 1-0 de Lumor y, en el 83’, llegó el golpe donostiarra. En una contra de videoteca, de solo siete toques en la que intervinieron Moyá, Oyarzabal, Portu y Odegaard, el noruego marcó y dio los tres puntos al conjunto donostiarra. Firma de oro para su partido.