Adrián neutraliza el golazo de Rubén Castro en el derbi de los caóticos
Málaga y Las Palmas sellaron con empate un partido marcado por sus penurias institucionales. Adrián, de penalti, equilibró el golazo de Rubén Castro.
El derbi de los caóticos, como no podía ser de otra forma, terminó en tablas. Málaga y Las Palmas se repartieron un punto para cada uno en una jornada donde ambos expusieron lo mucho que tienen en común. Apreturas económicas, cantera como respuesta al despropósito institucional y muchos nervios. Víctor y Mel no sacaron sus equipos soñados sino, lo que tienen. Y en el caso del técnico del Málaga, ni eso. Solo hizo un cambio. El famoso VAR tuvo trabajo en su estreno en la Rosaleda.
Desafío entre dos agrupaciones unidas por el caos institucional impulsado por gobernantes peculiares. Víctor, que convocó a seis filiales, solo alineó a uno de salida por dos de Las Palmas. Necesidad combinada con prudencia. En Las Palmas Pedri, años de edad y con una calidad descomunal. El partido empieza con algunas imprecisiones y nervios. A los 19’ se pide VAR por posible empujón dentro del área de Adrián sobre Adrián. Nada. Pocos segundos después Pedri, un jugador que tiene muchas cosas que recuerdan al inolvidable José Antonio Reyes. Hace un jugadón y su disparo liftado, arriba por poco para respiro de Munir. Pero el juego es medroso. La primera media hora es de insulso tanteo hasta que, pocos segundos después Juanpi estrella un disparo en el poste tras pérdida de Timor. Un Málaga con empuje pero sin delanteros perforadores. Y Las Palmas, esperando a Rubén Castro.
El segundo tiempo empieza fatal para el Málaga. Tremendo error de Mikel Villanueva que rifa un balón que rebaña Pedri y Rubén Castro, inteligente y experto, pone fuera del alcance de Munir, que estaba adelantado. Golazo del killer. Se revisa en el VAR por un fuera de juego que, por supuesto, no existe. El Málaga se deprime y Munir, con una gran intervención sobre Lemos, evita peores consecuencias. Los mejores minutos de Las Palmas obligaron a Víctor a tirar de otro filial, Hugo Vallejo, por el desafortunado Boulahroud. A los 64 el VAR tampoco estima un penalti sobre Juanpi y Pacheco se enzarza con Mantovani. A falta de delantera, el Málaga se encomendaba a los pulmones de Cifu.
El Málaga de los filiales, sobrado de corazón pero carente de recursos, no hacía sufrir a Josep. Su fútbol atropellado refleja la gestión del señor Al Thani, el presidente/tuitero. A los 76’ Juanpi es derribado dentro del área por Aythami. Penalti chequeado por el VAR. Adrián lo transforma en el 1-1. La conexión Juanpi-Adrián levantaba al Málaga y Las Palmas sufría. Juanpi sacó todo su inmenso talento y a los 88’ Josep le interceptó un misil. El venezolano es un futbolista de categoría superior. Pitido final y empate que, en verdad, no sabe mal a tan sufridos colectivos