Lewandowski eclipsa a Coutinho en su debut
El ariete polaco del Bayern suma ya cinco dianas tras dos jornadas de Bundesliga tras el hat-trick anotado hoy ante el Schalke.
Lucas y Coutinho tuvieron el debut soñado con el Bayern de Múnich. El ex del Atlético Madrid partió de inició en la visita del Bayern al Veltins Arena y disputó 75 minutos en la victoria del campeón por 3-0 ante el Schalke. El brasileño, aún a falta de ritmo, entró en la segunda mitad, pero el más decisivo fue una vez más Lewandowski. El ariete muniqués marcó los tres tantos que sitúan al Bayern en cuarta posición con cuatro puntos tras el empate a dos en el debut liguero frente al Hertha. El killer polaco, que se marcó otro doblete la semana pasada, ya suma cinco tantos después de solo dos jornadas en la máxima competición alemana.
Ante la baja de Thiago por problemas en la vértebra cervical, Niko Kovac optó por colocar a Tolisso y Kimmich en la zona de creación, pero al espeso cuadro visitante le costó la vida acercarse al marco defendido por Nübel. La cosa cambió por culpa de Kenny, que derribó a Coman en el área y le regaló un penalti al Bayern cuando más trabajo le estaba costando crear peligro. Se hizo cargo el de siempre y no perdonó, poniéndole el partido muy cuesta arriba al cuadro minero, en el que Mascarell no firmó precisamente una actuación para el recuerdo.
Los de Kovac lograron dormir el partido frente a un Schalke que quería, pero no podía. Tolisso estuvo a punto de ampliar la renta para los bávaros, pero hubo que esperar hasta el arranque de la segunda mitad para que Lewandowski demostrara que también las mete a balón parado. El ariete del Bayern ejecutó un libre directo que le quitó la telaraña a la escuadra del Veltins Arena y sentenció el choque mientras Coutinho, flamante fichaje muniqués, se preparaba para saltar al césped.
El ex del FC Barcelona dejó destellos de lo que guarda en sus botas, pero se le notó que aún le queda por completar alguna que otra sesión en el gimnasio. El jugador cedido por el Barça entró justo en el momento de más rebeldía del Schalke, que mereció su recompensa. No la obtuvo por culpa del VAR. Los colegiados en las oficinas de Colonia ni mandaron a revisar dos manos claras de Perisic y Pavard que fueron penaltis claros para los locales. Al ver que la suerte no estaba de su parte, los de David Wagner se vinieron abajo y Lewandowski, ansioso por poner a prueba que la verdadera estrella del Bayern sigue siendo él, firmó el hattrick tras una contra de libro.