Lim, ante la amenaza de repetir 'otro' Otamendi con Rodrigo
La posible venta del delantero del Valencia recuerda a la del central y el fracaso de la 2015-16 cuando se desmoronó el proyecto.
La próxima semana será intensa en el Metropolitano y en Mestalla. Atlético y Valencia han dejado para el final el traspaso de Rodrigo Moreno. Peter Lim tiene decidido vender al delantero hispano brasileño y no le importa apurar los plazos. El mercado se cierra el próximo 2 de septiembre y la operación tiene pinta de cristalizar en los últimos días.
Peter Lim es consciente de que va a perder uno de sus puntales. Sin embargo, el dueño del Valencia ve con buenos ojos una operación que podría reportarle 60 millones de euros, justo el doble de lo que pagó por Rodrigo Moreno en 2014. Aún así, la experiencia le dice a Lim que no le ha ido demasiado bien con las ventas tardías.
El caso de Nicolás Otamendi está en el recuerdo de todos los valencianistas. El central vivió un culebrón en el verano de 2015, justo antes de marcharse al Manchester City. Lim apuró los plazos porque Otamendi dejó Mestalla de forma oficial un 20 de agosto. Aunque el argentino se declaró en rebeldía y su comportamiento fue muy diferente al de Rodrigo, sí que existe la amenaza en el entorno ché de que se repita otro caso Otamendi.
El zaguero dejó en las arcas del Valencia 45 millones, pero su marcha dejó huérfana a la defensa del Valencia y su adiós supuso que aquel proyecto arrancase viciado justo antes de empezar la temporada. Luego, llegaron los cuatro entrenadores (Nuno, Voro, Neville y Ayestarán) y el puesto número 12 en la clasificación, en un año para olvidar. Fue el peaje que se pagó por vender a Otamendi y lo que tiene en vilo al valencianismo si se va Rodrigo cerca del día 2.
El adiós de Alcácer también generó un terremoto
El culebrón que estalló hace poco más de una semana con Rodrigo recuerda mucho a la situación de Otamendi. Pero más reciente fue la marcha de Paco Alcácer al Barcelona. El 30 de agosto de 2016 se anunció de forma oficial su traspaso a la entidad culé. Su adiós también generó un terremoto, social y deportivo. Alcácer dejó 30 millones de euros en las arcas, más cinco en variables. A Mestalla le dolió que el canterano que siempre había soñado con defender la camiseta blanquinegra dijese adiós. Su salida también demostró que la decisión fue tomada por Peter Lim, exclusivamente. El dueño negoció personalmente su traspaso mientras Layhoon Chan, la presidenta del Valencia en aquel momento, negó ante mil peñistas que Alcácer se marcharía. Como Otamendi, el delantero también presionó cuando conoció el interés del Barça. La ausencia de Alcácer, deportivamente hablando, no supuso ningún shock, pero sí evidenció una crisis interna, como ocurre ahora con Rodrigo. Eso sí, el hispano brasileño jamás ha forzado para marcharse.