Las tres mujeres que compiten con Messi o Ibra por el Puskas
La camerunesa Ajara Nchout, la estadounidense Amy Rodriguez o la norirlandesa Billie Simpson son las tres candidatas que pelean por el premio al mejor gol del año.
Ajara Nchout, Amy Rodríguez y Billie Simpson son las tres jugadoras que optan al trofeo Puskas al mejor gol del año. Las tres futbolistas pelearán por esta distinción con jugadores de primer nivel como el argentino Messi o el sueco Zlatan Ibrahimovic. Pero, no serán sus únicos rivales en la pelea por este premio. También son candidatos el brasileño Matheus Cunha, el italiano Fabio Quagliarella, el colombiano Juan Fernando Quintero, el húngaro Daniel Zosiri y el inglés Andros Towsend.
La primera de ellas es la delantera camerunesa del Valerenga Fotball de la Primera División de Noruega. Su presencia en esta lista viene dada por su gol con Camerún ante Nueva Zelanda en el pasado Mundial de Francia. El gol de la atacante africana brilló por su ejecución y por su valor, dando a Camerún la victoria y el pase a octavos. Nchout firmó así un gol inolvidable en el que tras varias fintas se quedó sola en el área y con un disparo cruzado, con rosca incorporada, mandó el balón a la red.
Otra de las representantes del fútbol femenino entre los candidatos al Puskas es Amy Rodríguez, delantera estadounidense del Utah Royals, equipo en el que también juega la española Vero Boquete. Su gol no fue en el Mundial, sino en la Liga estadounidense, donde dejó una verdadera obra de arte ante el Sky Blue el pasado 16 de junio. El tanto llegó tras una gran jugada y carrera individual desde la banda. Amy se plantó en la frontal y de un zurdazo mandó el balón por toda la escuadra.
Por último, nos encontramos con la centrocampista irlandesa Billie Simpson, que también dejó un gran gol con su club, el Cliftonville Ladies. Fue el pasado 9 de agosto en un duelo ante el Sion Swifts Ladies de la Primera División irlandesa. Su gol es uno de los más curiosos de la lista. Se produjo tras un saque de la portera rival. El balón le llegó sin caer al suelo a Simpson, que realizó un disparo (o despeje) que acabó en la portería de la que veía el balón.