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REAL ZARAGOZA

El león Luis Suárez

El delantero colombiano inauguró el marcador, estrenándose como goleador zaragocista, fue el mejor del encuentro y demostró tener un hambre voraz.

Luis Suárez celebra el gol de ayer frente al Tenerife.
ALFONSO REYES

El Real Zaragoza tuvo ayer un estreno bastante notable: sumó los tres puntos, no encajó ningún gol y dejó varios minutos de buen fútbol, especialmente en la segunda parte. Fue un partido típico de una primera jornada a 17 de agosto, con momentos para ambos equipos. El Tenerife, que cuenta con dos de los mejores centrocampistas de la categoría, como Luis Milla y Borja Lasso, se adueñó del balón durante el primer tiempo, pero el Zaragoza aguantó, se puso el mono de trabajo y supo esperar su momento. Como un león agazapado acechando a su presa, Luis Suárez se avalanzó hacia el área rival, enseñó los dientes y le asestó un primer mordisco al Tenerife.

El colombiano inaguraba de esta forma el marcador y se estrenaba como goleador zaragocista, pero su gran partido no se reduce a una única dentellada. El delantero fue una pesadilla constante para Luis Pérez, Alberto, Sipcic y Carlos Ruiz, ya fuera desde la banda izquierda o como nueve tras la sustitución de Dwamena. Fue el mejor del partido y en todo momento demostró un hambre voraz: presionó cada balón como si fuera el último, se midió en velocidad a todos sus rivales saliendo siempre vencedor, fue vertical y buscó ese gol que encontró e incluso espoleó a la afición pidiendo su apoyo tras una ocasión errada. Formado en los Leones de Itagüi, este león demostró que quiere reinar en La Romareda y por ahora ya se ha gando el favor de una afición que una vez más demostró ser de Primera.

Junto a Luis Suárez otros cinco futbolistas debutaron como jugadores del Real Zaragoza en partido oficial: Kagawa, Atienza, Vigaray, Dwamena y Álex Blanco. De hecho, el mediapunta japonés era el foco de atención en la previa del encuentro. Dejó varias pinceladas de su calidad, como una serie de controles o desplazamientos en largo o esa primera asistencia entre líneas que Dwamena cruzó en exceso. Incluso se inventó una vaselina propia de los genios que hubiera llenado La Romareda de pañuelos blancos en caso de entrar. Sus camisetas se venden sin parar en la tienda del club y ayer demostró que con algo más de cuatro entrenamientos puede vender muchas más. Lo tiene todo para ser uno de los jugadores más determinantes de la categoría.

Atienza, por su parte, le dio mucha consistencia a la línea defensiva junto a Grippo, el otro ‘fichaje’ de Víctor Fernández. Ambos se entendieron a las mil maravillas y salvo en dos ocasiones obligaron al Tenerife a intentarlo con disparos desde fuera del área. También tuvo algo que ver Vigaray, un lateral de Primera División. Su único pero fue no acertar en el pase en una acción en la que se adentró en el área y tenía todo a su favor, pero en defensa estuvo perfecto.

Dwamena quizás fue el menos acertado de los debutantes, ya que tuvo hasta tres ocasiones para marcar, pero en él se intuye un delantero poderoso en lo físico y con potencia y velocidad suficientes como para aprovechar los pases de Kagawa a la espalda de la defensa. Y el que menos minutos tuvo fue Álex Blanco, pero qué diez minutos. Provocó la expulsión de Carlos Ruiz, estuvo a punto de marcar un libre directo y a él le hicieron la falta que el VAR, otro debutante, situó dentro del área.

Entre los viejos conocidos también hubo gratas sorpresas, como la gran actuación de Soro, extraordinario en la segunda parte, donde también brilló Guti, o el liderazgo de Javi Ros en el centro del campo. Y también la confirmación de dos certezas: el Zaragoza cuenta con el mejor portero y el mejor entrenador de la categoría. Cristian Álvarez salvó a los aragoneses con dos magníficas intervenciones y Víctor Fernández supo leer el partido a la perfección. Con un par de pequeños cambios tácticos al descanso neutralizó la superioridad en el centro del campo del Tenerife y después se adueñó completamente del partido dando entrada a Lasure por Dwamena.