Escribá ya no oculta su malestar por la política de fichajes

"Las peticiones al club las hago en privado”, afirmó Fran Escribá a la conclusión del partido con el Real Madrid, pero el técnico aireó las discrepancias que mantiene con la directiva del Celta en su comparecencia ante los medios de comunicación tras caer contra el conjunto blanco.

Al responsable del banquillo celeste se le ha agotado la paciencia. Se ha cansado de esperar por el mediocentro defensivo y los extremos que pidió. Sus palabras en la sala de prensa de Balaídos fueron un ataque a la línea de flotación de A Sede.

Escribá sembró dudas sobre el modelo: “La apuesta por la cantera es muy bonita, pero a veces nos limita”. El entrenador puso como ejemplo lo sucedido en esta primera jornada: “Ellos han sacado a tres internacionales del banquillo y yo a un chico”, indicó en referencia al debut de Iker Losada.

El calentón del valenciano ha ido a más con el transcurrir del verano y en las últimas semanas el club ha encadenado decisiones que el preparador no comparte. Pape Cheikh no responde al perfil de pivote que solicitó y esta llegada ha situado a Jozabed, que entraba en sus planes, en la rampa de salida. La directiva no le deja utilizar al andaluz y tampoco a Claudio Beauvue. Escribá cree que el ariete podría echar una mano ante la escasez de efectivos en ataque.

Nolito

Por si no hubieran sido suficientes las noticias negativas que el técnico recibió durante el fin de semana, este domingo le llegó otra desde tierras catalanas. Nolito, el objetivo número uno para reforzar el ataque, no solo entró en el primer once de Julen Lopetegui, sino que marcó el gol que sentenció el partido a favor del Sevilla ante el Espanyol. Vista la relevancia del sanluqueño en los planes del cuadro hispalense, su regreso a Balaídos se puede considerar una quimera.

Al Celta le ha salido mal su plan para poner la guinda a la ‘Operación Retorno’. Tras recibir una respuesta negativa en un primer acercamiento al principio del verano para fichar a Nolito a coste cero, en Vigo confiaban que el Sevilla acabaría dejándolo salir libre cerca del cierre del mercado. Sin embargo, el rendimiento del internacional español durante la pretemporada llevó a los dirigentes del Sánchez Pizjuán a replantearse la situación del extremo y ahora en A Sede no les queda más remedio que activar un plan B.